A su llegada a la mansión, la familia Çelen sorprende a Cenk con una fiesta por su cumpleaños, pero él no puede disfrutar por completo debido a la noticia de la enfermedad de Azra. Al día siguiente, concierta una cita con Turkan Bashar, una de las mejores doctoras de Turquía. “Debemos detener el embarazo de tu esposa y comenzar cuanto antes con un tratamiento”, le informa. Hülya encuentra entre las pertenencias de Sumru el diario de Damla y no tarda en desenmascararla ante Baris: “Ten cuidado, Sumru arruina vidas. Que conociera a tu hija no fue una casualidad, sabía los anhelos que tenía por su madre y ha estado manipulándola”.

Por si no fuera suficiente, el hombre descubre que en sus empresas ha habido una gran desviación de dinero a cuentas a nombre de Gurkan en paraísos fiscales. Horas después, se reúne con su socio en un aparcamiento y lo enfrenta: “¿Por qué lo hiciste? ¿Hace cuánto tiempo me traicionas?”. Justo en ese momento, aparecen unos encapuchados en una furgoneta y se llevan a Baris.

Azra y Cenk pierden a su hijo

La enfermedad de Azra cada vez avanza más rápido y Cenk la encuentra inconsciente en la habitación. “Debemos practicar un aborto para salvar su vida”, informan los médicos cuando la llevan al hospital. Como parte de su plan, Gurkan envía a Sumru un mensaje desde el móvil de Baris. “Sal de mi vida. Sin ti estoy mejor”, lee ella. Acto seguido, toma el mando en el hotel y borra los vídeos de seguridad que puedan comprometerle.

Pasadas unas horas, Azra despierta y sufre una crisis al saber que ha perdido a su hijo. De hecho, rechaza a Cenk y se escapa del hospital. “Tu embarazo era de alto riesgo”, explica él cuando la encuentra en el puerto llorando sin consuelo. De regreso a casa, hace partícipe a su familia de lo ocurrido. A pesar de que Gurkan insiste en que Baris se ha ido de viaje por un tiempo, Sumru no le cree y comienza a investigar.

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