\u00c1lvaro Morte: el Profesor graduado en televisi\u00f3n

Hoy es El Profesor, así, con mayúsculas. Y aunque sus clases fuesen de estrategias criminales también tiene mucho que decir cuando se trata de labrar una carrera actoral de éxito. Álvaro Morte es ya parte del imaginario colectivo gracias al papel que le ha llevado a la cumbre pero, para entender su éxito, hay que remontarse a sus trabajados inicios en televisión.

Corría 2002 cuando vimos a este gaditano por primera vez en la pequeña pantalla. Ocurrió en una de las series de más éxito de la época, Hospital central (Telecinco), donde apareció en dos episodios con diferentes papeles. Aprovechó ese mismo año para intervenir también en Policías, en el corazón de la calle durante tres episodios. Aquí podemos verle en la serie de la cadena de Mediaset, a partir del minuto 3:50:

De 2007 a 2008 formó parte de una serie de la FORTA, una asociación de medios autonómicos en cuyas cadenas vimos Planta 25. Esta serie le valió su primer papel de largo recorrido como el joven chófer Ray. En esta producción coincidió con otros dos rostros populares de la pequeña pantalla, Marta Larralde (Fariña, Vivir sin permiso), Octavi Pujades (Ciega a citas), Óscar Casas (Abuela de verano, Instinto) y la sorpresa final, Julián Contreras Jr.

A partir de entonces atravesó una época muy prolífica en papeles episódicos. Pasó por varias de las ficciones más populares de nuestro país: Aída (Telecinco, 2008), ¡A ver si llego! (Telecinco, 2009), Cuéntame cómo pasó (La 1, 2009-2010), Las chicas de oro (La 1, 2010), Isabel (La 1, 2012) y La memoria del agua (La 1, 2012).

Uno de sus papeles con mayor repercusión fue el de Adolfo Castillo en Bandolera (Antena 3, 2012-2013), donde comenzaría su aventura en las series diarias de difusión nacional. El formato le gustó, porque unos años después pasaría por dos de las telenovelas españolas de más éxito.

Pero antes aun le dio tiempo a hacer aparición en series tan diversas como Bienvenidos al Lolita (Antena 3), El Príncipe (Telecinco) o Víctor Ros (La 1), todas ellas a lo largo de 2014.Este gran año en su carrera culminó con su entrada en el reparto de Amar es para siempre, uno de los buques insignia de la ficción patria en Antena 3, y finalmente en El secreto de Puente Viejo, a la que estuvo ligado nada menos que 535 episodios hasta 2017.


Y si Álvaro Morte se animó a dejar la exitosa producción de Boomerang TV tenía que ser porque le esperaba un buen proyecto sobre la mesa. Tan bueno resultó, que supuso el despegue definitivo de su carrera. Con su Profesor de La casa de papel despertó la simpatía de los espectadores, que veían en él a un introvertido genio que lideraba una especie de banda de ‘Robin Hoods’ que daban caña al sistema, desde dentro, y hasta con su puntito de humor. Ese regalo de personaje que ha pasado de Antena 3 a Netflix ha traspasado fronteras y ahora la ‘resistencia’, con el característico mono rojo y la careta de Dalí, llega a todos los rincones del planeta. Del riesgo se obtiene alguna que otra recompensa ¿no?

A partir de ahí su visibilidad ha sido innegable. Mientras medio mundo halaga su interpretación los trabajos se le acumulan. En 2019 inició una nueva aventura en Movistar junto a Verónica Sánchez e Irene Arcos y les salió tan bien que El embarcadero estrenó su segunda temporada el pasado mes de enero.

Lo que está por llegar

El actor está en plena etapa internacional de su carrera. A las órdenes de Jorge Dorado (El embarcadero) participa en un thriller llamado The Head, que se rodó entre Tenerife e Islandia para simular La Atlántida. La producción corre a cargo de Mediapro, Hulu Japón y HBO Asia.

Pero no es el único trabajo que Álvaro Morte va a desarrollar fuera de nuestras fronteras. Esta vez bajo el amparo de Amazon Prime Video le veremos en The Wheel of Time, la serie que adapta la exitosa saga de libros de Robert Jordan. La ficción sumergirá a Morte en un registro totalmente distinto a los papeles que ha interpretado previamente en televisión, puesto que su personaje, Logain, vive en un mundo épico en que hay lugar para la magia.

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