La publicación de las memorias de Woody Allen, por sorpresa en la editorial Arcade Publishing después de que Hachette renunciara a hacerlo tras las quejas de sus trabajadores, ya está dejando sus primeras revelaciones.
Gracias a Apropos of nothing, que desde aquí ya se puede comprar para Kindle en inglés y que en España publicará Alianza el 21 de mayo, hemos podido saber que Timothée Chalamet, protagonista de Un día de lluvia en Nueva York, última película del director, decidió denunciarle públicamente para aumentar sus posibilidades de ganar el Oscar por Call me by your name en 2018. Así lo explica Allen:
“Los tres protagonistas de Un día de lluvia fueron excelentes y fue un placer trabajar con ellos. Después Timothée declaró públicamente arrepentirse de haber trabajado conmigo y anunció que donaba el dinero, pero le juró a mi hermana que necesitaba hacerlo porque estaba preparándose para el Oscar por Call me by your name, y él y su agente pensaron que tendría más oportunidades de ganar si me denunciaba. En cualquier caso, yo no me arrepiento de haber trabajado con él y no voy a devolver mi dinero”.
En contraposición, Allen agradece las palabras de Elle Fanning cuando la prensa le preguntó al respecto:
“Cuando los periodistas la presionaron, tratando de conseguir con dureza que dijera que se arrepentía de haber trabajado conmigo ella les dijo que ni siquiera había nacido cuando las acusaciones tuvieron lugar y que no se había formado una opinión. Una respuesta honesta. Más gente debería haber dicho ‘realmente no conozco todos los hechos, así que debo guardarme mi opinión”.
Allen prosigue, ironizando al respecto:
“Dios libre a nadie de haber dicho: ‘Esta acusación ha sido investigada profundamente y se ha demostrado que no es cierta. Aunque me han contado que Joy Behan sí que lo dijo en la tele. Debería mencionar a otros que sé que me han defendido públicamente. Ray Liotta, Catherine Deneuve, Charlotte Rampling, Jude Law, Isabelle Huppert, Pedro Almodóvar, Alan Alda y seguro que más de los que no estoy al tanto. Al menos eso espero. Pero gracias a todos ellos, ha sido muy amable por su parte y les aseguro que jamás se avergonzarán de haberlo hecho”.
Fue el pasado marzo cuando Almodóvar defendió a Allen. En la revista Magazine, a la pregunta "¿Es capaz de separar la obra del artista que se ve denostado en lo privado por comportamientos presuntamente execrables?", el director respondió: “Es obligado hacerlo. Yo no voy a renegar ahora de todo lo que he aprendido de la vida viendo películas de Woody Allen porque su honorabilidad esté en entredicho que, hoy por hoy, ningún juez ha dicho que lo esté”.
Almodóvar nunca ha ocultado su admiración por Woody Allen. De hecho fue el encargado de entregarle su premio Donostia en 2004 y entonces declaró sentirse "premiado sólo por el hecho de haber tenido la oportunidad de entregar el Donostia a Woody Allen".
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