Con una mano enrollaba mechones de su pelo, mientras la otra buscaba las horquillas que sostenían sus labios con firmeza. A medida que su boca quedaba liberada de la presión, su sonrisa se hacía visible y sus dientes participaban de aquel ritual diario al servir como punto de apoyo para abrir la presilla metálica. Aunque aparentemente ajenos al proceso, sus ojos se mantenían fijos en un punto para no perder la concentración. Como ese gesto involuntario que se dibuja en el rostro cuando maquillamos el párpado.
Según lo que hoy podríamos denominar una corriente de pensamiento antigua, mi abuela consideraba que una debía estar impecable todos los días de su vida. Por eso cada noche, se arreglaba el pelo y cada mañana se vestía para estar en casa. Según lo que hoy podríamos denominar una corriente de pensamiento moderna, mi abuela argumentaba que una se viste para sí misma. Nunca fue más allá en su reflexión, pero no hay que irse muy lejos para comprobar de primera mano el efecto que el cabello o la ropa tienen en nuestro estado de ánimo. De la misma manera que unos labios rojos levantan cumplidos -¡Hoy tienes el guapo subido!-, la sensación de malestar que provoca el pelo sucio en algunos de nosotros nos acerca peligrosamente al bajón.
Precisamente por eso, los expertos recomiendan incluir una rutina de higiene y estilismo en el día a día de las personas que trabajan desde casa. Puede que sea absolutamente accesorio en situaciones esporádicas, pero resulta determinante para hacer del teletrabajo una opción sostenible a medio o largo plazo. Qué le voy a decir a los autonómos…
Lávate, vístete, maquíllate, maquíllate. Haz lo que harías un día de diario porque eso es lo que es hoy. Está demostrado que este tipo de medidas aumentan la productividad y repercuten en el estado de ánimo. Para no llevarte a ningún lado, un vestido de flores puede transportarte al mejor verano de tu vida. Para no ir a ningún sitio, la sección #dresstogonowhere de Stradivarius te coloca directamente en la línea de meta de las tendencias de primavera.
© Cortesía de Stradivarius
La gabardina de los recados.
Con este fin, las estilistas de la marca han confeccionado una serie de estilismos cómodos con pocas prendas y sorprendentes resultados para vestir bien y sentirse bien. Uno para cada día de la semana:
LUNES: Vaqueros + zapas deportivas
© Cortesía de Stradivarius
MARTES: La americana de las videoconferencias
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MIÉRCOLES: Cárdigan + pantalones arena
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JUEVES: Pantalones blancos + bailarinas
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VIERNES: La camiseta ?
© Cortesía de Stradivarius
FIN DE SEMANA: Pantalón jogger + body
© Cortesía de Stradivarius
Todos los vestidos, pantalones, chaquetas, blusas y zapatos de Stradivarius para no ir a ningún sitio que te colocan en la línea de meta de las tendencias de primavera 2020.
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