El equipo de Mujerhoy sigue trabajando desde casa. Cada uno con nuestras circunstancias, viviendo, como todos vosotros, una situación excepcional. Así las cosas, queremos acercarnos mucho más a todos vosotros, y compartir, cada día, una recomendación de la redacción de Mujerhoy. #Mujerhoyencasa va a acompañarte estos días como siempre lo ha hecho, pero con más fuerza que nunca. Estamos con vosotros.
Hoy recomienda: Sara Hormigo, coordinadora web de Mujerhoy
Mi recomendación: se puede decir que mi asignatura pendiente en cuanto a actividad física era el yoga. Normalmente cuando voy a mis clases del gimnasio siempre optaba por las más cañeras: spinning, body pump, hiit… quemar calorías y mover el cuerpo después de una larga jornada de trabajo sentada era mi prioridad. El encierro inesperado al que nos hemos visto obligados ha hecho posible que mi interés por esta práctica se agudizara y comenzara a buscar como loca vídeos en Youtube de yoga en casa.
¿De qué va?: los beneficios del yoga son innumerables y seguro que los habréis escuchado y leído en miles de ocasiones. Concretamente para esta época de aislamiento puede servirnos mucho más allá de lo puramente físico ya que para nuestra mente se convierte también en una potente vía de escape. Nos ayuda a mejorar la respiración, a reforzar el sistema inmunológico, aumenta la flexibilidad, fortalece músculos y huesos… pero esta práctica también incluye unos minutos de meditación al finalizar (e incluso al empezar, depende del instructor). Mantenernos presentes, dejar ir los pensamientos, las preocupaciones, no juzgarte ni juzgar a los demás… es perfecto para el momento que estamos atravesando. Algunas de mis yoguis favoritas que he descubierto estos días son: Xuan Lan Yoga y Cécile does Yoga (Cécile Ricard).
¿Por qué me encanta?: cuando acabo mi jornada de teletrabajo me pongo mi ropa de deporte, preparo mi esterilla y mi toalla y busco una clase que me ayude a acabar el día de una forma relajada, estirar músculos, mover articulaciones… y que esta se convierta en la antesala de mi tiempo de descanso, después de una buena ducha. Lo que más me gusta es haber recuperado esos minutos tan necesarios de meditación -la practicaba hace años después de asistir a un seminario que cambió en muchos sentidos mi forma de pensar- y que con la vorágine del día a día había olvidado por completo. Si todavía no has practicado yoga en casa, ¡tienes que probarlo!
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