Mantener una distancia de seguridad de un metro, lavarnos las manos con gel desinfectante y evitar tocarnos los ojos, nariz y boca son algunas de las medidas que ya estamos tomando para frenar el coronavirus. Pero la más importante de todas es quedarse en casa (#yomequedoencasa) y extremar las precauciones de higiene para no propagar el virus. Ahora, más que nunca, es clave hacer de la casa un lugar seguro y limpio capaz de acogernos de la mejor manera posible hasta el final de la emergencia.
Limpiar pomos, lavar los trapos de la cocina más a menudo, abrir las puertas con los codos son algunas pautas sencillas que nos ayudarán a evitar el coronavirus.
ProntoPro.es, plataforma que reúne oferta y demanda de trabajo profesional y artesanal, propone un proceso de «sanitización», que significa la aplicación simultánea de dos pasos: limpieza y desinfección de cualquier superficie.
COCINA Y BAÑO
Dos de las estancias en las que tenemos que poner mayor atención son la cocina y el baño. Sobre todo la primera, donde solemos dejar la compra que traemos de fuera y que podría estar contaminada. Es importante elegir los productos químicosadecuados para cada superficie. Para eliminar la cal, por ejemplo, hay que utilizar productos a base de ácido clorhídrico; y para la grasa, es aconsejable utilizar un producto como la lejía o el desengrasante. Siempre hay que evitar la mezcla de las dos categorías de producto, pues se corre el riesgo de intoxicación. No olvides limpiar y desinfectar grifos, baños, ducha y lavabos con lejía o amoníaco.
Para terminar de sanear las superficies, es una buena práctica usar un desinfectante como el alcohol (al menos el 75%) y dejarlo actuar sobre las superficies durante al menos 60 segundos. También se puede utilizar agua hirviendo por encima de los 70°C para asegurarse de eliminar todos los patógenos.
Otra recomendación a tener en cuenta sería, terminada la desinfección, enjuagar todas las superficies con agua para evitar el riesgo de contaminación química por contacto o inhalación de los productos desinfectantes.
Lava los trapos de cocina y toallas en la lavadora a una temperatura de entre 60 y 90 grados. Además, puedes añadir un poco de vinagre en el tambor.
VENTANAS
Los ‘remedios de la abuela’ son siempre útiles, así como de bajo impacto ambiental. Incluyen el uso de sustancias como el vinagre de alcohol (que además les dará brillo), el ácido cítrico o el bicarbonato para las operaciones de eliminación de la suciedad y límpialas por dentro y por fuera. Una receta fácil y sencilla sería mezclar 1 taza de agua tibia, 1 taza de vinagre blanco y 2 cucharaditas de bicarbonato de soda).
SALÓN (SOFÁS Y MUEBLES)
Usa amoníaco para limpiar los radiadores y aspira los estantes, cajones y armarios. A la hora de limpiar el sofá, si puedes quitar la funda, hazlo y métela en la lavadora con un programa a temperatura elevada. Haz lo mismo con las cortinas. Si tu sofá es de piel, límpialo con el producto específico que suelas utilizar.
No te olvides de otros objetos cotidianos como el mando a distancia, telefonillo y los pomos de la casa. Puedes utilizar lejía o pulverizar gel desinfectante.
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