Desde que decidió ser actriz ha encadenado un trabajo con otro. ¿El más popular? El de Paz, en la serie ‘Aída’. Ahora, Melanie Olivares se sube a las tablas del teatro Marquina para representar ‘Entre ella y yo’, una comedia sobre la paternidad tardía con la que te partirás de risa. Por si esto fuera poco, la actriz también aparece en la pequeña pantalla, en ‘Perdida’. Una época muy buena de trabajo que compatibiliza con su mejor papel: el de madre de tres niños maravillosos: Martina, de 14 años, Manuela, de ocho y Lucho, de casi 2.
‘Entre ella y yo’ va de una pareja que está en un momento clave de su vida: con el Predictor en la mano.
Así empieza la función, con los 5 minutos previos a saber el resultado del Predictor. Y ahí es donde afloran todas las contradicciones, los miedos, si quieres o no, cómo va a ser el niño, a quién se va a parecer… Son cinco minutos que parecen hora y media…
¿Quién crees que tiene más miedo en ese momento: el hombre o la mujer?
Yo creo que en ese momento no hay distinción. No tiene nada que ver con el sexo sino ¡con que te cambia la vida! También depende del padre, claro, pero el personaje es un padre implicado (risas).
¿Cómo ha sido subirse otra vez al escenario y tener al público delante?
Para mí el teatro es tener la respuesta inmediata del público. Yo no podría estar mucho tiempo sin hacer teatro.
Has hecho cine, tele y teatro, ¿te quedarías con alguno de los tres?
No soy de estar mucho tiempo haciendo lo mismo. Me aburre. De hecho, cuando he estado bastante tiempo haciendo tele, por ejemplo, he echado de menos el teatro. Me gustan mucho las tres cosas.
Volviendo a la obra, ¿tú has vivido alguna situación parecida con el Predictor? Porque tienes tres hijos…
Bueno, yo encima di a luz a mi tercer hijo con 44 años, que de la maternidad tardía también habla la obra… Yo, en mi caso, los hijos que he tenido, los he tenido porque he querido tenerlos, pero claro que afloraron en mí esos miedos. Recuerdo cuando fui a buscar a mi primera hija, –es adoptada– me agarró un pánico escénico horrible y al mismo tiempo me salió una leona…
¿Cómo compatibilizas tu profesión con tener tres hijos tú sola?
Pues volviéndome loca, (risas), teniendo a mi madre en Madrid y como todas las mamás que trabajamos y somos madres de familia: con mucho esfuerzo.
¿Es fácil tener hijos y estar sola o echas de menos tener una pareja?
No, no echo de menos tener una pareja para nada.
¿Qué importancia tienen los amigos en tu vida? Tú a algunas amigas las consideras familia…
Sí, yo tengo cuatro amigas que considero hermanas. Gracias a ellas también puedo conciliar mi vida laboral con mi vida personal. Son mi apoyo, mi centro, donde vuelvo siempre, donde me ponen los pies en la tierra, con las que me río de cosas que no tienen ni puñetera gracia. Son las que me sacan la alegría de vivir.
¿Qué es lo que más valoras en alguien que sea tu amigo?
La lealtad, el sentido del humor, la risas, la confianza…
¿Y en una pareja?
Lo mismo exactamente.
He leído que no crees en el amor para toda la vida. Estás a tiempo de cambiar de opinión…
No, a las pruebas me remito (risas).
Lo mismo no has encontrado a la persona adecuada…
No, yo no creo que tuviera que encontrar a nadie. Yo he estado con las personas que tenía que estar, el tiempo que tenía que estar. A mí no me gusta nada la monotonía ni la rutina. ¡Yo necesito mambo!
También estás en Antena 3 con la serie ‘Perdida’. En ella haces de comisaria y tienes un papel duro.
Sí, es un personaje durísimo, de una mujer que se siente muy culpable por no haber encontrado a una niña y que se le haya perdido. La culpabilidad es su motor.
¿Rodándola te has puesto en la situación de perder a un hijo? ¿Harías todo como los personajes de la serie?
Por supuesto. Eso es un instinto. Lo peor del mundo es que tu hijo desaparezca y no saber dónde y cómo está.
¿Alguno de tus tres hijos apunta madera de artista?
Pues imagínate, desde que han sido bebés han estado conmigo en todos los escenarios en los que he estado. La que lo verbaliza es la mediana. Ella tiene una jeta muy gorda…
¿Cómo llevas que te sigan preguntando por ‘Aída’?
Pues fenomenal porque he estado diez años haciendo ese personaje y le tengo muchísimo cariño. Tanto antes como después de él he hecho un montón de cosas de trabajo. Si me dificultara el trabajar no me gustaría, pero no ha sido así.
¿Qué te ha aportado a ‘Aída’ a nivel personal?
Pues imagínate, empecé con 31 años, acabé con 41 y ahora tengo 47. ¡Llevo seis años trabajando en otras cosas! Si no hubiera trabajado, me hubiera muerto de hambre. Pero ‘Aída’ me dio una estabilidad económica durante un montón de tiempo, la posibilidad de trabajar con actores increíbles y un aprendizaje brutal.
Acabas de cumplir los 47, ¿te preocupa la edad a nivel laboral?
Yo creo que ahora cada vez más hay personajes que encarnan la edad que tienen. Antes, para hacer un papel de alguien de 45 te ponían a una actriz de 30. Ahora se está respetando más eso.
Cambiando de tema, cuéntame cómo te cuidas.
Pues intento hacer ejercicio, aunque llevo una temporada mala porque soy muy poco constante. Pero la alimentación en casa la llevamos súper bien. En ella no entra un bollo, ni azúcar blanca, los cereales se compran como un capricho y el colegio al que van también respetan mucho la dieta.
¿Qué tipo de ejercicio haces?
Nado mucho, con los niños hago senderismo, tirolina, montamos en bici. Vivo en el campo, así que imagina…
¿Y eres de la que se regala tratamientos para sentirse mejor?
Pues algunas veces, sí. Voy a Tacha Beauty y allí me cuidan mucho. El doctor Anido también que, de vez en cuando, me pone vitaminas y cosas.
¿Cuál es tu mejor plan?
Estar con mis hijos y mis amigos. Con ellos me lo paso genial, la verdad.
Texto: Susana Jurado. Fotos: Fernando Roi. Ayudante de fotografía: Rosa González Mora. Estilismo: Isabel Dorado. Agradecimientos: Hotel Quinta de los Cedros.
C/ Allendesalazar, 4 (Madrid). Reservas:www.hotellaquintadeloscedros.com
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