Hace unos días recogíamos el inicio una de las historias más sorprendentes de 2020: Ana de Armas y Ben Affleck eran algo más que compañeros de rodaje. Pues bien, hoy nos hemos levantado con con el corazón un poquito más alegre al ver las fotos que confirman que la loca escapada latinoamericana de ambos estaba de verdad acariciada por el amor. Porque lo tienen todo: un escenario idílico –una larga estancia en Costa Rica, donde su Gobierno confirmó que llegaron el día siete de marzo y que allí seguían–, paseos por la orilla del mar, y todo tipo de retratos mutuos y selfis hechos del material de los sueños de Instagram.
Las fotos del idilio, en manos de una agencia de paparazzi, las ha publicado TMZ, confirmando lo que los numerosos selfis y fotos de fans en el reciente viaje por Cuba de la pareja ya venía avisando. Que el último rodaje se les ha ido de las manos:
La pareja terminó hace semanas el último plano de la próxima película de Adrian Lyne: Deep Water, una adaptación de la novela homónima de Patricia Highsmith concebida como "un thriller erótico" (algo que encaja en la carrera de Lyne, famoso por títulos como 9 semanas y media). La intensidad del rodaje ya dio que hablar cuando, en Nueva Orleans, los habituales de la noche de Louisiana avisaban en las redes de largas conversaciones en español entre Affleck y Ana de Armas al abrigo de los restaurantes y los bares.
Tras el rodaje, los dos actores se fueron juntos a La Habana, a pasear por la tierra natal de ella. Y desde allí a Costa Rica, el país sin ejército, el lugar donde las cámaras han capturado esa magia de los inicios. A un lado, la actriz Ana de Armas, de 31 años, divina y fulgurante como corresponde a la que ya es la nueva gran estrella de Hollywood tras el triunfo de Puñales por la Espalda. Al otro, Ben Affleck, de 47 años, con camiseta de fútbol americano y uniforme completo de turista. Un Batman caído en desgracia que no ha pasado por su mejor década entre crisis alcohólicas recurrentes, el divorcio de Jennifer Garner, y el fracaso de su proyecto para Warner encarnando al Hombre Murciélago, donde ha sido borrado de todos los cargos y sustituido por Robert Pattinson.
Quizás por eso las redes sociales se han volcado con este improbable shippeo, con una frase orbitando casi todos los comentarios: "parecen felices". En el caso de Affleck, que ofreció en febrero una entrevista brutal en la que enumeraba sus ahogamientos -el del alcohol, el de la "vergüenza" tras su divorcio, y el de su carrera- y se mostraba dispuesto a aprovechar su segunda oportunidad, es la primera vez que se le puede decir algo así en años.
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