Katy Perry anunciaba su embarazo y a todo el mundo le cogió por sorpresa. Poco a poco se han ido conociendo los detalles de cómo lleva su gestación. Tal y cómo ella contaba, el bebé nacerá este verano y tanto ella como su pareja, el actor Orlando Bloom, están muy ilusionados con la idea de aumentar la familia. «Muchas cosas ocurrirán este verano, no solo daré a luz literalmente sino también en sentido figurado, pues llegará algo que habéis estado esperando mucho tiempo. Estamos emocionados y felices», confesaba la cantante al estrenar su nuevo videoclip ‘Never worn white’, en el que salía su ‘barriguita’.
Aunque es un momento de felicidad, la cantante está viviendo unos primeros días de ‘embarazo público’ bastante complicados. Katy acaba de perder a su abuela paterna Ann Pearl Hudson a los 99 años. Una triste noticia que recibía mientras estaba en Melbourne actuando en la Copa Mundial de Cricket Femenino, su primera actuación tras dar la gran noticia de que será mamá.
La cantante también ha confesado que está empezando con los antojos, unos gustos un tanto curiosos. «Nunca me ha gustado y, de repente, ¡lo único que quiero es comer picante!«. Sin poder contener la risa, la intérprete de éxitos como Teenage Dream o I kissed a girl ha confesado que el año pasado una amiga le regaló una botella pequeña de Tabasco y que desde que está embarazada se ha convertido en su «santo grial». «La llevo en mi bolso. ¡Va conmigo a todas partes!», asegura.
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