En pleno 8M, cuando se celebra el Día Internacional de la Mujer, parece el momento perfecto para recordar qué ha supuesto el movimiento feminista para la igualdad de género en nuestras sociedades. Precisamente eso hace el espectacular libro ‘La gran historia del feminismo’, (Esfera de los libros), una magna obra de la filósofa francesa Séverine Auffret que fue galardonada con el Premio Simone Veil en 2018. La escritora afirma que le ha interesado reflexionar sobre el movimiento feminista desde sus inicios, entre otras cosas porque considera que se ha intentado reducir su importancia y su influencia, lo que ha supuesto reducir su existencia a lo que califica como “‘la modernidad estricta’ aproximadamente desde hace medio siglo, y solo en Occidente), cuando, sin embargo, las ideas feministas han existido desde los orígenes de nuestro civilizaciones de todo el mundo.”
En su libro, Auffret hace un repaso desde los inicios de las ideas feministas, desde la época de Safo hasta nuestros días. Así, la autora rastrea el desarrollo de las ideas feministas desde el antiguo Egipto y la Grecia clásica, pasando por la América precolombina hasta las formulaciones más actuales, y que incluyen nombres como Virginia Woolf, Simone de Beauvoir, o Teresa de Ávila, y las disidencias sexuales. Su lectura es muy interesante y necesaria para entender cómo ha creado la idea que se tiene de la mujer, por ejemplo, los mitos creados en la Grecia clásica –Pandora, las Amazonas, la ‘raza de las mujeres’ o Deméter, Core y Baubo. Unos mitos que siguen influyendo incluso en los arquetipos femeninos actuales y en los prejuicios que muchas veces tienen que enfrentar las mujeres.
Para Séverine Auffret, que advierte que “feminismo apenas ha avanzado en el campo económico, donde la discriminación sigue siendo considerable”, la lucha debe continuar imparable sin que los vientos neoliberales nos nublen la mirada haciéndonos creer en que ya está conseguida una supuesta igualdad. Desde Naciones Unidas parecen darle la razón y al recordar que, en todo el mundo, existen restricciones legales que impiden a 2.700 millones de mujeres acceder a las mismas opciones laborales que los hombres. Además, menos del 25% de los parlamentarios eran mujeres en 2019. Incluso en nuestro país hemos retrocedido en apenas un par de años en representación en el Gobierno. El ‘Consejo de Ministras’ de Pedro Sánchez en 2018 fue el primero en España que contó con más mujeres que hombres (61%), este año los hombres (12), vuelven a ser más que las mujeres (11).
Desde la ONU también hacen hincapié en una de las principales reclamaciones del 8M, la lucha contra la violencia machista, en el mundo una de cada tres mujeres sigue sufriendo violencia de género. En nuestros país, desde 2003, año en el que se iniciaron los recuentos oficiales, han sido asesinadas 1.047 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. En lo que llevamos de año ya ha habido 14 víctimas de violencia machista y, además, hay que resaltar un dato muy preocupante: ninguna de ellas había denunciado a su agresor. No, desde luego no parece que se pueda decir que la igualdad es algo ya conseguido. La lucha continúa. Hablamos con la escritora y filósofa francesa Séverine Auffret para hacer un repaso por el movimiento feminista desde la antigüedad hasta nuestros días y comentar los grandes retos y peligros que afronta el feminismo, con una conclusión muy clara: debemos seguir luchando sin parar. Por eso es importante que la marea morada vuelva a inundar las calles este 8M.
¿Por qué decidiste escribir ‘La gran historia del Feminismo’?
Como mujer y filósofa, la cuestión del feminismo me ha interesado desde el primer momento en que empecé a a reflexionar. También descubrí que a menudo estaba oscurecido por imágenes reduccionistas, que tienden a reducirlo a la modernidad estricta (aproximadamente desde hace medio siglo, y solo en Occidente), cuando, sin embargo, las ideas feministas han existido desde los orígenes de nuestro civilizaciones de todo el mundo.
¿Hay un solo feminismo o podemos hablar de feminismos, variados, diversos e incluso antagónicos?
Efectivamente, hay una gran diversidad de feminismos. La principal diferencia entre los ‘universalistas’ que reclaman principalmente la igualdad de género y los ‘diferencialistas’ más atentos a los valores de la libertad. Personalmente siento más cercana de esta última corriente. Pero hay muchas otras corrientes: esencialistas, prosexo, lesbianas, radical, transgénero, ‘racialistas’, etc.
¿Cuándo dirías que nace el feminismo y cuál te parece el momento histórico más decisivo del movimiento?
El feminismo histórico nació en muchas regiones del mundo a finales del siglo XVIII: el momento en el que se abolieron los privilegios monárquicos. Se basa en ideas feministas que lo precedieron durante siglos, incluso milenios. El feminismo histórico, ilustrado por figuras como Olympe de Gouges, Théroigne de Méricourt o Mary Woolestonecraft, marca el momento en que las mujeres salen a la calle y se reúnen para expresar sus demandas en forma de manifestaciones, periódicos, prensa, eventos.
¿Crees que estamos presenciando la cuarta ola feminista y, de ser así, por qué crees que se caracterizan?
La cuarta, sí. ¿por qué no? Considera lo anterior que ha pasado: Primero, los diversos feminismos revolucionarios antimonárquicos, que afirman el derecho de las mujeres a la expresión política, sin ningún control estatal o religioso. Segundo, surgen los feminismos del siglo XIX en Europa, América, India, Australia y Oriente Medio, pero también pronto en China y Japón, que reclaman el derecho de las mujeres al sufragio, al trabajo y a la remuneración. Después del año 68, los feminismos en el mundo tienen una reclamación nueva que se condensa en el derecho de las mujeres a su propio cuerpo: anticoncepción, aborto libre y gratuito, sexualidad libre, heterosexual u homosexual, etc. Hoy, la cuarta ola se añade a todas estas protestas al reclamar una sexualidad sin violencia sexista, ni falocrática de todo tipo. ¡Libertad!
¿Qué ha supuesto la teoría queer para el feminismo?
La teoría queer ha tenido el mérito de mostrar que la sexualidad humana y múltiple no tiene que obedecer ningún dictado moral, simbólico o psicológico. Todos, ¡todos! deben ser libres de construir la sexualidad que desean, tanto en apariencia como en realidad.
¿Cuáles le parecen, en la actualidad, los mayores peligros para el movimiento feminista?
Los peores peligros para el movimiento feminista hoy en todo el mundo son obviamente las reacciones religiosas y estatales militarizadas, como el retorno de las dictaduras, incluso en naciones occidentales aparentemente presentadas como ‘progresistas’. Un yugo nunca es fácil de romper. Cualquier revolución en las costumbres arraigadas en tradiciones milenarias conduce inevitablemente a un ‘boomerang’ de retorno. ¡Debemos de ser cautelosas con eso, detectarlo y luchar sin parar! No olvidemos el aspecto económico de estas reacciones. Porque la dominación patriarcal de las mujeres antes de nada es lo que yo llamo una ‘economía subterránea’ (el hecho de que la humanidad absolutamente necesita mujeres para reproducirse).
No se cómo será en Francia, pero en el mundo anglosajón y también en España está habiendo una serie de enfrentamientos internos, a veces muy duros y enconados, por temas como la abolición o no de la prostitución, las mujeres trans o la colonización racista dentro del propio movimiento. ¿Qué análisis haces de estas luchas internas?
Los enfrentamientos dentro del feminismo son esencialmente los mismos en la mayoría de nuestros países. El tema de la prostitución, como el de la pornografía, hace que se opongan aquellas que consideran la mercantilización de sus propios cuerpos y, en primer lugar, su sexo, como un derecho pleno y una afirmación de sí mismas, a aquellas que rechazan esa mercantilización tanto de sí mismas como de, posiblemente, sus hijas. Para esta última, la abolición de la prostitución es una batalla al menos tan importante como la del derecho a la anticoncepción y al aborto. El transgénero también es una lucha difícil. Algunas feministas ‘esencialistas’ consideran que una mujer lesbiana traiciona su sexo, mientras que otras ven en la lesbiana, por el contrario, la realización del feminismo… Creo que estas diferencias no perjudican al feminismo, sino que, por el contrario, aseguran su vitalidad y su renovación permanente.
¿En qué terrenos crees que ha avanzado menos el feminismo?
El feminismo apenas ha avanzado en el campo económico, donde la discriminación sigue siendo considerable, como en el campo político, especialmente en países con una constitución religiosa. Eso supone una desaceleración considerable, incluso un paso atrás, como lo que está sucediendo actualmente en América del Norte y en todos los Estados de la Constitución Islámica. ¡Es un movimiento muy calculado!
Si tuvieras que hacer una crítica al feminismo, ¿qué sería?
No veo ninguna crítica para oponerme al feminismo en su conjunto, tan solo, a veces, la lentitud de sus logros. Por eso, en lugar de críticas, aliento para superar ciertas oposiciones que a veces considero que son menores.
Por último, ¿cómo crees que va a ser la evolución del feminismo en la próxima década?
No soy una maga capaz de prever el futuro en todos los aspectos… Pero en general y con una visión retrospectiva, soy optimista. ¡Creo que en la próxima década se acelerará más aún la conquista de los derechos de las mujeres y, sobre todo, sus libertades! Las mujeres de España nos ofrecen un buen ejemplo de esto a través de su capacidad de movilización. ¡Bravo!
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