Numerosas son las corrientes de moda que han tomado nombre propio en el sector textil. El espíritu de cada una de las décadas que componen la historia deja tras su paso un legado que nace de los movimientos sociales de cada época. Así, algunas de las tendencias que se reinventan cada día y a las que más recurrimos, invaden cada nueva temporada las propuestas de las casas de moda recuperando su esencial inicial bajo un indiscutible sello moderno que se adapta a los nuevos tiempos.
La capacidad de los diseñadores para reimaginar los estilismos consagrados que homenajean al pasado es eterna, pero también muchos de ellos son los que apuestan por grupos fanáticos que se conjuran como auténticos iconos de estilo y que han influenciado, notoriamente, en el mundo de la moda. Las flores que nacen del movimiento hippie de los años 60, las cazadoras de piel míticas del rock & roll de los 80, el pop y el grunge de un joven Kurt Cobain que dio vida a la camisa de cuadros en los años 90. ¿Quién no continúa aún, a día de hoy, apostando por estas prendas y estampados?
Pero si hay un grupo a quien ahora, el street-style está alabando con sus combinaciones, este es el de los amantes del motor. Sobre la pasarela del último desfile de Louis Vuitton, evento en el que se presentó su colección de otoño/invierno 2020-2021, hemos podido comprobar el regreso de una de las modas que nunca llegó a irse del todo. Las cazadoras de piel con dibujos en colores e inspiración motera, monos largos que protegen del frío y se postulan como referentes indiscutibles a seguir, hombreras que actúan frente a cualquier impacto… La lección se mostró sobre la pasarela con grandeza y las asistentes consagraron la enseñanza en sus looks, eso sí, adaptándola al ambiente urbano.
Las nuevas normas para vestir estas prendas son tan versátiles que, incluso, los vestidos lenceros están permitidos bajo sus llamativas cazadoras. En su versión larga o corta, con hombreras XL o sin ellas, acolchadas o con dibujos en toda su silueta. Toma nota porque será a partir de ahora cuando comiences a encontrarte con prendas teñidas del espíritu del motor. Desde botas y cazadoras, hasta faldas. No querrás subirte a un coche jamás.
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