Anoche arrancaba una nueva edición de ‘Supervivientes’ (todos los concursantes de esta edición). Para los concursantes, la primera como protagonistas. Para Lara Álvarez, la sexta como presentadora desde Honduras. Y no creemos que su caché, ahora que se ha convertido en una pieza fundamental del formato estrella de Mediaset (con permiso de ‘Sálvame’), sea precisamente bajo. El año pasado, ya se calculó que se embolsaría unos 200.000 euros anuales por todos sus trabajos para la cadena. Y si tenemos en cuenta que este ha ido subiendo año a año, echen sus cuentas.
Uno de los indicativos que tenemos es que, antes de coger ese avión rumbo a tres meses alejada de sus seres queridos, pero por esa otra pequeña familia que forma la gente que trabaja tras las cámaras para hacer posible este ‘reality’, la asturiana se ha comprado una nueva casa.
Es el portal Vanitatis el que apunta que Lara se ha dado un capricho en forma de dúplex. Un inmueble situado en la localidad madrileña de Boadilla del Monte y que cuenta con unos 100 metros cuadrados. Un espacio más que de sobra para ella, que recordemos que ha partido al otro lado del océano soltera y sin compromiso (que sepamos) después de su reciente ruptura con Andrés Velencoso.
Una casa en la que cuenta con tres terrazas, dos plazas de garaje y todas las comodidades y ‘extras’ propios de este tipo de inmuebles: piscina y pistas deportivas para seguir manteniendo en forma ese cuerpo que no descuida ni un solo día del año. Las casas de la zona con estas características rondan los 400.000 euros.
Buen ojo para hacer negocio
No es la primera vez que Lara, antes de embarcarse en la aventura de ‘Supervivientes’ desde el puesto privilegiado de presentadora, hace un desembolso importante. El año pasado, hizo dos compras: una casa en Las Rozas (también en una urbanización de lujo) y un coche. Este otro inmueble, le sirvió para dejar de vivir de alquiler y se estima que pagó entre 600.000 y 700.000 euros por él.
Hay que recordar que, además de los ingresos por su contrato con Mediaset, donde se ha convertido en una figura más que consolidada, Álvarez tiene una firma de ropa, Blue Palm, y una empresa de la que es administradora única y que se dedica a las actividades publicitarias, Senso Consulting.
Mientras sigue sobrevolando la pregunta de por qué alguien como ella no encuentra la estabilidad en el amor, lo cierto es que en los negocios no se puede decir lo mismo. Y ya hay quien especula con la posibilidad de que este dúplex que acaba de adquirir sea una inversión para seguir expandiendo unas finanzas más que boyantes.
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