“Necesito que alguien se apunte al gimnasio conmigo, porque si no sé que no voy a ir”. ¿A que lo has oído muchas veces? Hay gente que no es capaz de aguantar el gym ni un mes si va sola, pero que encuentra la motivación, las ganas y la gasolina cuando se apunta con hermana, amigo, novio, compañero del trabajo o alguien que le contagie la fuerza de voluntad y sobre todo que le disuada de saltarse las clases esos días que estamos de “No”.
Y aunque en el gimnasio y en las clases de fitness tarde o temprano siempre acabas haciendo amigos y conociendo gente afín, hemos descubierto una disciplina que nos apetece mucho más si nuestra pareja es un viejo conocido. Hablamos del yoga-masaje, una variante del yoga en la que los diferentes movimientos (asanas) se reproducen sobre el cuerpo de tu pareja a modo de masaje. No es nada nuevo, es una antigua terapia “originada en los templos pre-hindúes que ahora llega a España desde el sudeste asiático”, nos dicen en el Hotel Royal Hideway Formentor, que ofrece esta terapia en su centro wellness. “Se trata de un masaje seco de presión media que hace especial énfasis en los estiramientos y sus beneficios son que libera la tensión, libera la energía y fomenta la circulación y la flexibilidad física”. Y también, como todos los tipos de yoga, “conecta cuerpo y mente a través de la respiración”.
“El yoga-masaje es perfecto antes de una sesión de meditación o de hata yoga”, dicen en Royal Hideway Formentor. Lo recomendable es que las primeras veces sea un yogui especializado el que te enseñe las diferentes asanas que se pueden emplear, y sobre todo que te corrija posibles vicios que podrían acabar en lesión.
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