Adiós al dueño del VIPS. Así era el misterioso millonario Plácido Arango (y así son sus mujeres)

El empresario Plácido Arango ha fallecido este lunes a los 88 años en Madrid. Hijo de un emigrante asturiano que se marchó a México, nació en 1931 en la localidad azteca de Tampico, aunque en 1965 se instaló en España de nuevo. Aquí fundó con sus hermanos, Manuel y Jerónimo, los supermercados Aurrerá y unos años más tarde, en 1969, VIPS, la famosa cadena de restaurantes. Su emporio hostelero creció al aglutinar otras marcas como Ginos, Starbucks, Fridays o Wagamama. En 2018 la empresa mexicana Zena Alsea, que en España gestiona cadenas de restaurantes como Fosters Hollywood, Domino’s Pizza, Burger King o Lavaca, llegó a un acuerdo para comprar el 100% del negocio del Grupo Vips.

Además de por su actividad empresarial, Arango es también conocido en España por su labor como coleccionista. Fue benefactor del Museo del Prado –en 1991 donó 80 grabados de Goya y en 2015 una gran selección de obras entre las que destacaban cuadros de Zurbarán y también de Goya–, y del Museo de Bellas Artes de Asturias. En 1984, cuando era patrono del Metropolitan Museum de Nueva York,consiguió que el experto John Brealey llevara a cabo la restauración de Las meninas de Diego de Velázquez. Cuando lo nombraron presidente del Patronato del Museo del Prado habló de su valiosa pinacoteca personal en El Mundo: "Aquí en cambio no quiero pecar de modestia: sí, es una de las primeras colecciones privadas de España, y además tiene una enorme variedad, lo que no estoy seguro de que sea bueno. Se centra básicamente en arte español, pero tengo desde primitivos hasta arte contemporáneo, unas 300 obras en las que figuran desde El Greco, Goya, Zurbarán o Ribera, hasta Tàpies o Juan Muñoz".

Aunque siempre se caracterizó por su discreción, su vida personal también ha llamado la atención de la prensa. Su primera esposa fue Teresa García-Urtiaga, la madre de sus tres hijos: Plácido, Maite, impulsora de la ONG Hazesfalta.org, y Paco, músico, director de cine y presidente de la Fundación Aladina. Al separarse de Teresa, Plácido Arango, ex presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, estuvo 17 años saliendo conCristina Macaya, viuda del millonario catalán Javier Macaya y una de las anfitrionas más famosas de la isla. Juntos construyeron Es Canyar, la fabulosa finca que la socialite posee en la isla y por la que han pasado personalidades como Michael Douglas, Felipe González, Jack Nicholson, Bill Clinton o el escritor Carlos Fuentes. Para los hijos de Cristina fue como un padre. Aunque separándose, guardaba muy buena relación con su ex y con sus hijos. En 2017 no se quiso perder la exposición de la hija de Macaya, la fotógrafa Cristina Macaya, con la que estuvo muy cariñoso.

Desde 2007 mantenía una relación sentimental con la escultora Cristina Iglesias, hermana del compositor Alberto Iglesias. Ésta ya se enfrentó a la muerte de su pareja en 2001 cuando falleció su primer marido, el también escultor Juan Muñoz, padre de sus dos hijos. Cristina es la autora de las puertas del Museo del Prado, donde al parecer conoció a Plácido Arango. La pareja dio a conocer su noviazgo al acudir juntos al funeral del editor Jesús de Polanco. La pareja se movía con mucha soltura en sociedad. Plácido contaba entre sus amistades con el tenor Plácido Domingo o con el rey Juan Carlos, con el que fue visto hace dos años cenando con un grupo de amigos entre los que también estaba Javier Solana o Alicia Koplowitz. Una de las últimas ocasiones en las que se dejó ver en público fue en la presentación del libro de James Costos y en el funeral del político José Pedro Pérez-Llorca.

Hace unos años estuvimos en el estudio que la artista tiene en Torrelodones donde tenía un acuario con varios peces naranjas nadando alrededor de la reproducción a escala de Estancias sumergidas, la instalación de muros atravesables que descansa desde hace ocho años en el fondo del mar de Cortés, en Baja California (México). Durante nuestro encuentro nos habló de Norman Foster. El arquitecto británico ha confiado en ella para numerosos proyectos, entre ellos la sede de su fundación en la capital española. “Con él es muy fácil, porque tiene las ideas muy claras, es muy genial, y a la vez aprecia lo que haces”, nos reconocía. Su obra más famosa ha sido la de las puertas del museo de El Prado, un portón-pasaje que elaboró en 2007 que le encargaron para la ampliación del museo, y que funciona como acceso ceremonial y escultura autónoma.

Ha recibido numerosos galardones a lo largo de su vida. El último: el Premio del Reino de España a la Trayectoria Empresarial, que se le otorgó en noviembre y que será entregado próximamente a título póstumo. Este galardón se sumaba así a otros reconocimientos como el Premio Enrique V. Iglesias al desarrollo del espacio empresarial iberoamericano, el Juan Lladóde Mecenazgo cultural o la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil.

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