Tener el privilegio de entrevistar a Miriam Giovanelli, no sucede todos los días. La actriz, que interpretaba en la exitosa seria ‘Velvet‘ a Patricia Márquez, ha estado inmersa este último año en el estreno de ‘El año de la plaga’ y la serie de Telecinco, ‘Caronte‘. Ahora, parece haber cogido las riendas de un nuevo proyecto que verá la luz a principios de 2020, como ella misma confiesa.
Levantamos el telón de nuestra particular ‘lista negra…’, preparamos el escenario para que comience la entrevista y encendemos los focos para lanzar las preguntas más ‘atrevidas’ y personales a Miriam Giovanelli. ¿Las respuestas? Igual de fabulosas y bien argumentadas que ella misma y su carrera como actriz.
¿Cómo es Miriam Giovanelli?
Soy puntual, diurna y madrugadora, a las 7.00 suelo estar en pie, también el fin de semana. Si tuviese que elegir una comida que hacer fuera de casa el resto de mi vida sería el desayuno. Me gusta estar disponible siempre que alguien a quien quiero me necesita, agilizar las decepciones y mantener el equilibrio entre mi vida personal y laboral. Un denominador común entre mis amigos es el sentido del humor como herramienta para afrontar lo malo y lo bueno. No mencionar que soy más bien caserita sería ocultar un rasgo de mi personalidad en el que invierto muchas horas, tantas como en analizar los posibles escenarios antes de tomar una decisión.
¿En qué momento te diste cuenta que la interpretación era a lo que querías dedicarte?
Cuando empecé a invertir lo que ganaba en formación que me hiciera, o al menos esa era la intención, mejorar.
En 2009 Participaste en la ópera prima –o la primera vez– de Jonás Trueba como director en Todas las canciones hablan de mí. ¿Qué recuerdos tienes de tu primera vez como actriz?
Mi primera vez como actriz o, mejor dicho, mis primeras veces como actriz están relacionadas con pruebas que no superé por lo que mi primer recuerdo está vinculado al inicio de ese aprendizaje para tolerar la frustración y encajar los ‘noes’ sin perder la ilusión y que a día de hoy sigo trabajando no sólo de cara a los personajes que no interpreto sino también para disfrutar y exprimir al máximo los que si.
¿Qué ha supuesto tu interpretación como Patricia en la serie ‘Velvet’?
Supuso mi vuelta a España, llevaba cuatro años viviendo en Roma, y hacerlo de la mano de una gran productora como es Bambú, también interpretar el personaje que más tiempo me ha acompañado, empecé con veinticuatro y mi última secuencia fue hace sólo unos meses, con treinta. En ese tiempo no sólo ha crecido Patricia, también lo he hecho yo y como en su caso ese periodo engloba la mayoría de cambios y decisiones importantes que he tomado hasta la fecha. He aprendido, disfrutado y compartido escenas con actores a los que admiro y los pasillos de camerinos que no de las Galerías, nunca coincidimos en escena, me regalaron la amistad de Juana Acosta.
Tu carrera profesional es todo un éxito desde hace muchos años. Pero, para que no nos des tanta envidia (sana), ¿podrías decirnos anécdota embarazosa que te haya pasado a nivel laboral?
Normalmente, lo que se considera una anécdota divertida o embarazosa puede ser en una catástrofe para el rodaje y generar un parón que obligue a hacer horas extra –o directamente impida que se termine la jornada– por lo que esas anécdotas o imprevistos no suelen ser muy bien recibidos. Aun así, siempre hay excepciones y el día que me quedé en ropa interior en la escalinata de la Iglesia de los Jerónimos es una de ellas. Había reventado el vestido de Patricia al intentar coger el ramo de la boda de su hermano con Cristina Otegui. Fue una situación lo suficientemente bochornosa como para que el equipo en vez de echarse las manos a la cabeza se echase a reír. Tuvimos que esperar a que el departamento de vestuario reconstruyera el vestido para poder continuar.
Este año 2019 has participado en El año de la plaga. ¿Qué tipo de ‘plaga’ te gustaría que se extendiera por todo el mundo? (entiéndase como ‘una plaga de amor’, ‘por el cuidado del planeta…)
Una plaga de empatía, por favor.
Hemos visto en varias ocasiones tu admiración por Roberto Álamo, tu compañero de reparto en ‘Caronte’. Además de él, ¿que otras personas te han marcado como profesional?
Para mí la magia del cine, la tv y el teatro es precisamente esa capacidad para marcarte e incluso trasladarte sin necesidad de compartir espacio-tiempo con los generadores de esas situaciones.
Roberto Álamo tiene esa capacidad y de ahí que mi admiración profesional existiese con anterioridad a ‘Caronte’, pero los motivos por los que considero que me ha marcado profesionalmente no están vinculado a su, evidente, talento sino a sus bondades como compañero.
Lógicamente dependerá del personaje pero ‘rodar’, casi siempre, es sinónimo de pasar mucho tiempo fuera de casa y utilizar el restante para estudiar así que, si tengo que elegir que compañeros me han marcado se trata de aquellos que durante los meses de grabación me hacen reír, escuchan e incluso aconsejan y se preocupan por mí. Algunos son actores como Roberto o ‘El eje del mal’ de ‘Velvet’ y otros pertenecen a departamentos como maquillaje, peluquería, dirección, etc.
De todos tus trabajos interpretativos ¿cuáles serían tus tres favoritos?
Mi primera película ‘Miguel & William’, ha habido más ‘síes’ después, afortunadamente, pero el primero siempre será el primero.
‘Gli Sfiorati’, además de ser la primera vez que trabajaba en Italia significó mudarme a Roma y redescubrir mi vida allí, durante los cuatro años siguientes, desde una perspectiva diferente a cuando la dejé.
Y ‘Dracula’ en la que se reunían varios de mis favoritos del cine: Dario Argento, Luciano Tovoli, Claudio Simonetti (Goblin) y Rutger Hauer. Disfruté como lo que era, y soy, una fan incondicional de sus trabajos con la posibilidad no sólo de estar en primera linea sin que me echaran, pedía ir al set también cuando no rodaba, sino pudiendo hacer preguntas, escuchando anécdotas… ¡UN SUEÑO!
Cuéntanos alguna anécdota divertida que te haya sucedido en un casting
Anécdota divertida y casting en la misma frase hace que me cortocircuite el cerebro. No porque no pueda ocurrir sino porque no creo que pudiese pasarme a mí. Un casting no deja de ser ‘pasar un examen’ y eso significa, en mi caso, estar nerviosa y un pelín tensa lo cual me aleja de percibir lo anecdótico como divertido en ese momento. Disfrutar los castings es mi asignatura pendiente desde 1954.
¿Qué manías tienes como actriz?
Ninguna, no tengo amuletos, ni colores prohibidos, nada. No me considero una persona maniática ni dentro del set ni fuera.
¿Eres de las que adora saltarse el guión o lo repites al pie de la letra?
Hacer una cosa u otra también dependerá de quién dirija. Normalmente, suelo trabajar con los cambios que surgen en las lecturas de texto previas a las secuencias que se van a rodar, pero, por ejemplo, parte del reto de trabajar con Julio Medem era ser capaz de repetir el guión al pie de la letra.
¿Cómo es Miriam Giovanelli con sus amig@s?
Esa pregunta deberían responderla ellos 🙂
¿Te gusta que te abran la puerta de un establecimiento o prefieres abrirla tú?
Me gusta dar las gracias cuando me la abren y que me las den cuando lo hago yo.
¿Qué cosas te hacen llorar?
Mi espectro para el llanto es súper amplio y una simple palmera de chocolate puede desatarlo.
En cuanto a comida, ¿eres de pasta o de paella?
Si cocino yo, pasta.
¿Perros o gatos?
Elegí el día que mi gata entró por la puerta hace casi diez años.
¿Limoncello u orujo?
Pacharán.
Te damos un teléfono diciendo que tienes un minuto para llamar a una persona antes de viajar al espacio ¿a quién llamarías y por qué?
A mi madre, siempre me coge el teléfono a la primera.
Un momento en el que dijeras “esto de la interpretación no es para mí”
¿Dijera? Lo digo cada vez que veo varias jornadas nocturnas seguidas en un plan de rodaje y se me pasa en cuanto veo que las siguientes son de día.
El próximo proyecto en el que estás inmersa
Desde que terminé de grabar ‘Caronte’ he tenido el tiempo justo para escaparme unos días de vacaciones y tomar la decisión de dedicarme a desarrollar un proyecto personal que, si todo va bien, verá la luz el último trimestre del año.
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