Anoche la pasarela de Milán tuvo un marcado sabor español gracias al desfile de Moschino. Su director creativo, Jeremy Scott, buceó en la obra de Pablo Picasso para crear una colección desbordante de arte y color: las pinturas cubistas de Picasso cuya temática eran los instrumentos musicales y aquellas pertenecientes al Periodo Rosa y de temática circense se convirtieron por obra y gracia de Scott en diseños estructurados que rozaban lo arquitectónico.
Kaia Gerber, Bella y Gigi Hadid e Irina Shayk fueron algunas de las encargadas de lucir sobre la pasarela estas creaciones: un mono de arlequín en tonos rosas y azules, un body convertido en violín, vestidos estampados con partituras o inspirados en sus pinturas al carboncillo, blazers dorados con forma de violonchelo, trajes de chaqueta de estampado arty, incluso un vestido de novia con las famosas palomas de la paz de Picasso para revivir el legado artístico del genial pintor malagueño.
No faltaron los diseños que homenajeaban al folclore español con vestidos de volantes rojos con lunares negros y más guiños a la cultura española. La banda sonora estuvo protagonizada por Rosalía: las modelos desfilaron al ritmo de algunos de los éxitos de su trabajo El Mal Querer. Hasta Milán llegaron los acordes de Malamente, Que no salga la luna y De aquí no sales demostrando una vez más que ella es la artista del momento, y Scott, como tantos otros, también ha caído rendido ante su talento.
Un homenaje a la cultura española y sus artistas, de Picasso a Rosalía, de la pintura a la música, que llenó la pasarela de magia y demostró, una vez más, el poder de la moda para sintetizar otras expresiones artísticas.
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