¿Nunca habías imaginado utilizar pilates y sexo en la misma frase? Querida lectora, tenemos algo que decirte: el deporte y tu desempeño sexual están íntimamente (nunca mejor dicho) ligados. Sí. Cuánto más deporte hagas, mejor será tu vida sexual, y los expertos avalan esta información.
Hace poco te contábamos cuáles eran las posturas de yoga que mejoran tu vida sexual. ¿La respuesta? TO-DAS. Y es que, aunque no lo creas, el yoga y el pilates son los deportes que necesitas en tu vida para ver fuegos artificiales cada vez que te metas entre las sábanas con tu pareja (si no sabes cuál elegir, aquí va una guía).
¿Por qué son dos disciplinas muy beneficiosas? No solo por las razones físicas, sino también mentales. El pilates es un deporte que te ayuda a conseguir forma física. No solo se centra en la eslasticidad como el yoga, sino también fuerza, algo que influirá de forma postiva tus relaciones sexuales. Y es que, el pilates es la forma perfecta de poner en forma tu suelo pélvico.
¿Qué beneficios tiene el pilates en tu vida sexual?
Uno de los grandes pros del pilates es que requiere tanto esfuerzo físico como mental. Para ejecutar los movimientos de esta disciplina co rrectamente es necesaria más que fuerza, concentración. El control de la respiración es indispensable, así como la tensión de los músculos en el momento y postura justa, algo muy beneficioso cuando se están llevando a cabo posturas sexuales algo difíciles.
Si controlas cuerpo y mente esto te permitirá disfrutar más de las relaciones sexuales y haciéndolas más placenterás y duraderás. Además, te cansarás menos y durarás más tiempo aunque seintas fatiga. La flexibilidad es otro de los puntos ganadores y es que, el pilates al igual que el yoga la trabaja en profundidad. ¡Di adiós -si es que alguna vez has tenido- a las agujetas tras el sexo! ¿Qué posturas te ayudarán a mejorar tu desempeño?
-Roll Up: túmbate boca arriba con los brazos hacia atrás y poco a poco sube vértebra a vértebra hasta quedarte medio sentado.
-Cien: de la misma forma que en la postura anterior, vuelve a tumbarte boca arriba y sube las piernas hasta conseguir un ángulo de 90 grados. Para trabajar el suelo pélvico, eleva la cabeza y las cervicales.
-La tijera: con las piernas elevadas, intenta tocar el techo con las puntas de los pies. Cuando estés arriba, sujeta una de tus piernas y llevala hacia la cabeza mientras que bajas poco a poco la otra, imitando una tijera abierta.
Fuente: Leer Artículo Completo