Un siglo y un par de décadas después de su aparición, este icono del calzado continúa ocupando lo más alto de las listas de ventas y, a pesar de que le han salido duros competidores en el camino su historia es pura tendencia.
A principio de los dosmiles, Sarah Jessica Parker –Carrie Bradshow en Sexo en Nueva York– y sus amigas suspiraban por unas Manolo Blahnik de charol negro; después vendrían las Lady Daf con plataforma de Louboutin, las kitten de Charlotte Olympia… la lista es larga, pero la historia de las merceditas, bailarinas o Mary Janes comenzó a escribirse mucho antes. En los años 60 una revolución generacional hizo tambalearse los cimientos de la sociedad europea y, casualmente, todas ellas llevaban merceditas y minifaldas de inspiración college. Las mujeres del Swinging London se revelaban contra la sofisticación de las féminas de los años 50; Kate Moss y Courtney Love en los 90… todas ellas explotaron la estética de niña desamparada y un poco punk mediante slip dresses de satén y bailarinas.
Hoy, las merceditas (planas y con tacón) han sabido sortear todos los obstáculos que han surgido en su camino para resurgir con fuerza inusitada cada temporada. A las puertas de la primavera de la nueva década, Zara firma el primer flechazo de temporada: unas merceditas de jacquard con estampado floral que ¡maldición! no podemos comprar.
© Cortesía de Zara
¿Y porqué no podemos comprarlas?, te preguntarás… Básicamente porque pertenecen a la sección de Zara Kids y, hasta el momento, la talla 35 es la más grande que existe. Así que si no perteneces al reducidísimo grupo de mujeres adultas que calza ese número, mucho que temo que, como nosotras, tendrás que esperar y rogar muy fuerte para que en A Coruña se decidan a hacerlas más grandes. Así es la vida.
Nuestros periodistas recomiendan de manera independiente productos y servicios que puedes comprar o adquirir en Internet. Cada vez que compras a través de algunos enlaces añadidos en nuestros textos, Condenet Iberica S.L. puede recibir una comisión. Lee aquí nuestra política de afiliación.
Fuente: Leer Artículo Completo