Cuando Justin Bieber y Hailey Baldwin confirmaron que estaban prometidos todo el mundo quiso dar su opinión al respecto. Aunque entre tanto ruido mediático, lo cierto es que a la futura esposa solo le interesaba escuchar lo que tenían que decir al respecto dos personas muy importantes para ellas: sus padres. Tanto que de lo que ellos pensaran de este compromiso dependía que Hailey siguiera adelante con sus planes o los cancelara por completo.
Por eso, antes de que los titulares condicionaran su respuesta, Baldwin llamó a sus padres por teléfono para avisarles no solo que estaba otra vez saliendo con Justin, con el que ya tuvo un breve romance en el pasado; sino también que explicarles que el cantante le había pedido la mano y ella había aceptado.
“Todo pasó muy rápido, pero lo cierto es que él y yo nos conocíamos desde hace tanto tiempo que por esa parte no nos daba ningún miedo casarnos”, confiesa Hailey en un episodio de Seasons, su primera docu-serie para Youtube.
“Lo que sí recuerdo es llamar a mis padres para contárselo. Les dije que ese era el momento de que me pararan los pies y me impidieran hacer algo que ellos consideraran una mala idea. Porque yo sabía en el fondo de mi corazón que esto es lo que quería, pero también necesitaba saber su opinión. Así que les pedí que se relajaran y que pensaran sobre ello durante una semana o así y que me contaran cómo lo veían”, explica.
Pero ni Hailey ni Justin tuvieron que esperar tanto tiempo para conocer el veredicto, ya que los padres de la joven prometida le mostraron su apoyo incondicional e inmediato. “Me dijeron que honestamente creían que estaba en nuestro destino que Justin y yo acabáramos juntos y que si era lo que yo quería, confiaban en mí. Y eso fue todo”, concluyó.
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