A principios de mes, los príncipes Federico y Mary Dinamarca se dejaron fotografiar con sus hijos en un posado familiar en Suiza. El motivo: la nueva etapa escolar que los pequeños han comenzado en el exclusivo colegio suizo de Lemania-Verbier. Lo que parecía una noticia positiva ha destapado una enorme polémica dentro de la corona. El problema está en la propiedad en la que la familia se instaló durante esos días, una gran casa de campo que el heredero danés habría adquirido hace más de diez años y que ocultó a la opinión pública hasta ahora. Por la zona en la que está situada, (Verbier, en Suiza), los medios daneses estiman que una propiedad de tales características podría superar los 1,5 millones de euros. El momento en el que adquirieron la propiedad, la crisis financiera todavía azotaba el mercado, por lo que se especula que su precio podría haber sido inferior al habitual.
En noviembre de 2019, el diario danés HER & NOU ganó constancia sobre la propiedad e inquirió sobre ella a la casa real danesa. Desde la institución, se negaron a responder mientras alegaban que era “una cuestión de naturaleza privada”. Con motivo de la partida de los niños a la escuela suiza, el matrimonio ha dado una rueda de prensa con los medios confirmando los rumores.
Los políticos del país han reaccionado ante la polémica y no han tardado en comentar. La alizanza roji-verde de Dinamarca, partido de izquierdas, ha denunciado: “los daneses somos los que pagamos su modo de vida, por lo que deberíamos haber sabido que tenían esa casa”. Por su parte, la parlamentaria conservadora Birgitte Bergman ha apoyado al matrimonio: “Mi partido apoya a la familia real al 100% y todo lo que hacen, siempre y cuando sea dentro de la ley. No vemos ningún problema con este asunto. Además, deberíamos verlo como un caso antiguo, sucedió hace 10 años y no tiene relevancia a día de hoy”.
En imágenes
Así es Sandringham por dentro, la casa de recreo de Isabel II donde se reúnen hoy para tratar la crisis de Harry y Meghan
Fuente: Leer Artículo Completo