Cuando alguien me comenta que tal o cual cosmético no funciona siempre hago la misma pregunta: ¿cuánto tiempo llevas utilizándolo? Las cremas, los sérums, los tónicos o las mascarillas funcionan, claro que sí. La investigación y el desarrollo que llevan detrás no son ninguna tontería y algunos serán más eficaces que otros en un tipo de piel determinado pero funcionan. Lo que no hacen son milagros.
Lo que nos pasa la mayoría de las veces cuando afirmamos tan rotundamente que la cosmética no sirve para nada es que nos falta paciencia. Todo tratamiento necesita que le des un tiempo hasta que empiezas a ver resultados, a no ser que hablemos de los de tipo flash o de protectores solares que funcionan al instante. Nos hemos acostumbrado a que algunos ingredientes como la vitamina C o el ácido hialurónico nos den resultados más inmediatos pero a veces merece la pena esperar un poquito más, como me ha pasado con esta crema hidratante.
Para pieles sensibles y para todas las demás
Cuando tienes la piel sensible, encontrar una crema que funciona y que no te irrita la piel es como encontrar el Santo Grial de los cosméticos. Te aferras a ella hasta que la curiosidad te puede y pruebas otra, ves que funciona y así vas abriendo el abanico de tus cosméticos de referencia. Así es cómo me lancé a probar una de las cremas que más recomiendan las youtubers e instagramers coreanas.
Me refiero a la Midnight Blue Calming Cream, de la marca de cosmética coreana Klairs. La tenía en mi radar desde hacía un tiempo porque no siendo una hidratante específica para pieles sensibles (mi tipo de piel), todo el mundo jura que es ideal para acabar con las rojeces, la irritación o la falta de hidratación. Pero estos problemas también se pueden presentar en pieles con acné, así que también es ideal para estas. Demasiada curiosidad y demasiadas recomendaciones como para ignorarla, así que me fui a una tienda MiiN y me la compré.
Midnight Blue Calming Cream, de Klairs (a la venta en MiiN Cosmetics) © Cortesía de MiiN Cosmetics
Centella asiática: un ingrediente por el que pondría la mano en el fuego
El único error que cometí es que, como quería probarlo, compré el formato más pequeño, pero me duró lo suficiente como para estar utilizándola más de un mes y comprobar que su fórmula funciona.
Lo primero que llama la atención es su color azul pero no te asustes porque no lleva ningún tipo de colorante artificial. Es azul porque contiene guaiazuleno, un ingrediente vegetal que se extrae de la camomila y que tiene un color azulado. Entre sus propiedades principales se encuentra el efecto calmante que acaba con las rojeces y reduce la inflamación. En este punto, no solo reduce la intensidad de la rojez al ponértela sino que además, con el tiempo, las previene. La piel queda como reforzada por lo que tiene menos tendencia a irritarse.
Pero, sin duda, su ingrediente estrella es la centella asiática. Si no te suena este ingrediente, puede que hayas oído alguno de sus otros nombres como cica o tiger grass. Se trata de un ingrediente de origen asiático, súper popular y demandado por las coreanas y las japonesas, porque previene la irritación, calma la piel, fomenta la renovación celular y actúa como un potente antioxidante que combate los radicales libres del entorno. Un súper ingrediente que es el sueño de las pieles sensibles como la mía y de las que sufren inflamación por culpa de los granitos.
Y aunque en su nombre ponga midnight, puedes usarla tanto por la mañana como por la noche aunque yo prefiero utilizarla de noche, cuando la piel se encuentra en pleno proceso de renovación celular, para aumentar su poder reparador. Después de este tiempo, puedo decir que deja la piel súper bonita, incluso si la tienes sensible.
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