Muchas personas ven en la meditación una practica para iluminados, para gente muy sosegada de serie o para aquellos que buscan la introspección y un conocimiento más profundo de su ser pero cualquier persona puede beneficiarse de sus saludables efectos. Te va a ayudar a empatizar, mejorar la concentración y la memoria, reduce el estrés, potencia los pensamientos positivos y además refuerza el sistema inmune ¿Necesitas más razones para empezar a meditar? Toma nota de estas cinco pautas para principiantes.
Ponte ropa cómoda
Elige ropa cómoda de tejidos naturales y con la que te sientas a gusto para comenzar a meditar, huye de las prendas ajustadas. Al estar unos minutos en reposo necesitarás manga larga o un chal, los de yoga y meditación son muy gustosos e invitan al recogimiento. Descálzate y libérate de todo aquello que te oprima como la goma del pelo o el reloj.
Encuentra un rincón tranquilo
Para poder practicar mindfulness o meditación encuentra un rincón que te permita estar relajada y tranquila en el que nada pueda interferir en tu práctica. Si sufres interrupciones constantes vas a acabar tirando la toalla porque no vas a poder lograr una atención plena, que ya es difícil sin tenerlas pero que se consigue a base de practica, ¡prometido! Pero no te olvides de desconectar tu smartphone, el mundo puede esperar.
La postura importa
Para meditar lo mejor es adoptar una postura erguida, sentada con las piernas en postura de loto, las manos con las palmas hacia arriba apoyando las muñecas en las rodillas con el pulgar tocado el dedo corazón o índice o bien poniendo ambas manos en el regazo con las palmas hacia arriba una sobre otra con los pulgares tocándose.
Para mantener la espalda recta lo ideal es sentarse en un ladrillo de yoga o en un zafu o cojín especial de meditación, así podrás conservar la postura fácilmente y no se te cargará la espalda.
¿Y cómo medito?
Vale, ya estás cómoda, en un rinconcito tranquilo y con la postura correcta ¿y ahora qué? Pues ahora es el momento de comenzar con la practica. No pienses que vas a sentir plenitud, bienestar inmediato, un estado casi de levitación o una paz casi inabarcable con la meditación porque es la creencia de muchas personas que acaban frustradas y pensando que no están haciéndolo correctamente.
La practica de la meditación requiere estar aquí y ahora, presente, centrar la mente en algo concreto como los sonidos que se generan a tu alrededor, sin juzgarlos solo siendo consciente, o bien en tu respiración que es la mejor manera para comenzar a meditar. Al centrarte en tu respiración tu mente se irá calmando y alejándose de esa gran cantidad de pensamientos que nos asaltan a lo largo del día y que terminan generando ansiedad y estrés. Al prestar atención solamente a una cosa, a tu cuerpo, vives en el momento, en el presente, sin obligaciones, sin compromisos, sin ‘tengo que hacer’ y es ahí donde se llega a un estado de trasquilad muy necesario en este mundo de prisas.
Si mientras estás prestando atención plena, por ejemplo a tu respiración, se cruza algún pensamiento por tu cabeza, déjalo ir, sin presiones, simplemente vuelve a centrarte. También puedes probar al principio con meditaciones guiadas para tener un punto de partida para luego poder hacer tus propias meditaciones.
Incluye la meditación en tu rutina diaria
Lo ideal es practicar la meditación todos los días, comenzar con 5 minutos al día al principio e ir aumentando progresivamente el tiempo de la práctica. Las mejores horas para meditar son las primeras del día o bien al finalizar la jornada. Una vez integres la practica en tu día a día vas a notar una mayor energía, más tolerancia, bienestar y productividad, es una forma ideal para conseguir una vida más sosegada y feliz. Si estás preparada para sentir esa paz interior que va a reducir tus niveles de estrés drásticamente, estás preparada para empezar a meditar.
Fuente: Leer Artículo Completo