Si has decidido incluir la piña en alguno de tus menús para estas fiestas que no cunda el pánico. Aunque, en ocasiones, esta fruta nos pueda parecer un escollo insalvable por su exterior espinoso y su gran tamaño, no hay nada que un poco de maña y un cuchillo bien afilado no pueda conseguir. Una vez que aprendas, ya no gastarás dinero extra en comprar esta fruta precortada. Para saber si una piña está madura debe ser firme pero dura, huele a fresco y sus hojas deben ser de un verde brillante con pocas manchas. Para calcular cuántas piñas necesitas, debes saber que, aproximadamente, de un piña grande, te saldrán ochos tazas de trozos picados y que, una vez cortada, te aguantará, en buen estado, durante cinco días en el frigorífico.
Las herramientas esenciales para cortar una piña sin morir en el intento son: un cuchillo de cocina grande y bien afilado, un cuchillo más pequeño y una tabla de cortar.
Cómo cortar una piña
Lo primero que debes hacer es colocar la piña sobre una tabla de cortar y asegurarte de que ésta no se va a mover. Lo primero es, con el cuchillo de chef, deshacerte del fondo y de la corona de la fruta. Coloca la piña en un extremo de la tabla y con el cuchillo paralelo a la fruta, quita la piel externa con el cuchillo lo más cerca de la piel para preservar la mayor superficie posible de fruta. Después córtala en cuartos y quita el núcleo. Cada cuarto conviértelo en triángulos que luego hacer trozos más pequeños.
En el vídeo de la parte superior podrás ver ésta y otras maneras de cortar la piña y convertirte en la reina de esta exótica fruta. ¡Dale al play!
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