La tradición es el nexo que mantiene fuerte y unida a la familia real británica y algunas citas son ineludibles. Una de ellas es el almuerzo que Isabel II celebra en el palacio de Buckingham antes de que llegue la Navidad. Es la manera de reunir a toda la familia antes de que parte de ella viaje a Sandringham, donde se traslada durante unos días para la Nochebuena y la Navidad. Hoy se ha visto llegar en diferentes coches a la mayor parte de la Familia Real británica, desde la condesa de Wessex, hasta la princesa Beatriz o la princesa Ana. Se ha echado en falta alguna llegada como la del príncipe Harry y Meghan Markle pero, una vez más los hijos de los duques de Cambridge han acaparado toda la atención. También resultaba llamativo que llegaran por separado. Por un lado, Kate Middleton, conduciendo, junto a un escolta. Detrás iban sus hijos pequeños, el príncipe Louis y la princesa Charlotte.
En otro coche viajaba el príncipe Guillermo y, sentado junto a él, el príncipe George. Una imagen que en España resulta chocante ya que está prohibido que los niños con una estatura igual o inferior a 135 centímetros viajen en el asiento delantero del coche.
En el caso de Inglaterra esta restricción no se contempla, únicamente la obligación de llevar el cinturón de seguridad perfectamente adaptado a la estatura del menor. De hecho, se puede observar que el príncipe George, pese a tener tan solo 6 años de edad viaja en el mismo asiento que lo haría cualquier adulto, sin usar ninguna silla especial aunque, sí que parece llevar un alzador que le permite tener una perfecta sujeción con el cinturón de seguridad que usan los adultos.
Una imagen curiosa que nos deja este almuerzo pre-navideño en Buckingham y que supone el pistoletazo de salida de las fiestas.
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