Cressida Bonas es conocida entre los círculos de la alta sociedad por haber salido con el príncipe Harry. La relación entre ambos duró dos años, de 2012 a 2014, pero su pasión por el mundo de la actuación fue más fuerte que su amor por el hijo pequeño de Diana de Gales y decidió continuar con su carrera. Seguramente Cressida no se haya arrepentido nunca de su decisión, pero mucho menos ahora. Está prometida con Harry Went y el próximo 8 de enero verá la luz la serie White House Farm, en la que Bonas interpreta a uno de los personajes principales.
White House Farm cuenta la trágica historia de la familia Bamber, que termina con un asesinato quíntuple y un hermano adoptivo en la cárcel. Fue uno de los asesinatos más mediáticos de la época. Cressida Bonas interpreta el difícil papel de Sheila Caffell, que una exmodelo diagnosticada de esquizofrenia y acusada por su propio hermano, Jeremy Bamber, de asesinar a toda su familia para luego suicidarse. Spoilers: lo que ocurrió en realidad fue que Jeremy Bamber asesinó a sus padres adoptivos, Nevill y June Bamber; a su hermana Sheila Caffell y a los hijos gemelos de ésta, que tenían tan solo seis años.
La serie está dirigida por Paul Whittington y para Cressida ha sido todo un reto interpretar el papel de Sheila. “Sentí una gran responsabilidad. La salud mental se trata hoy de una forma muy diferente a como se trataba entonces. Creo que es bastante chocante la forma en la que fue etiquetada. Era una persona muy vulnerable”, ha declarado Cressida. El mismo director reconoce que la interpretación de Cressida “es más que notable”. La actriz ha tenido que cambiar su imagen para interpretar a su personaje, con un pelo más oscuro y las ojeras marcadas.
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El drama transcurre en el condado de Essex, en la granja propiedad de la familia, situada en el pueblo de Tolleshunt D’Arcy. El desarrollo de la serie ha sido complejo y la documentación extensiva; han revisado informes policiales, artículos periodísticos e incluso han tomado declaraciones de personajes centrales, como el marido de Sheila, Colin Caffell. Una de las escenas más duras que han grabado incluye a este último personaje. Interpretado por el actor Mark Stanley, Colin Caffell se despide de sus hijos, Daniel y Nicholas, para irse a trabajar y sale de su casa sin saber que sería la última vez que les vería con vida. Cressida ha comentado lo que sintió al ver la escena: “recuerdo que todo el mundo estaba muy callado durante el rodaje. Yo lo estaba viendo desde una ventana, porque no aparecía en esa escena. Ese momento realmente me afectó, sabiendo lo que venía después”.
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