El programa presentado por Susanna Griso, ‘Espejo Público’, ha desvelado la identidad de la presentadora que sufrió acoso durante dos largos años: Marta Fernández. Ha sido su compañero y amigo Nacho Abad quien la ha nombrado: «Es amiga personal y una extraordinaria comunicadora. Doy su nombre porque previamente lo he consultado y he pedido permiso. Cuando conozco esta noticia yo llamo a la presentadora y le digo: ‘Me he enterado de esto’. Y ella me cuenta. Y le pregunto: ‘¿Te importa que de tu nombre y que cuente lo que te ha pasado?’ Y ella me dice que no». Una terrible historia que ha puesto los pelos de punta al resto del equipo y también, al público.
Todo comenzó en 2017 cuando la presentadora recibió «mensajes raros aunque no preocupantes» a través de las redes sociales. La situación se complicó cuando el acosador le envió una carta a su dirección personal. En una de las misivas, le decía que la había visto en una terraza y que cuando la miró»su corazón había empezado a palpitar». Además de dejarle un regalo en el balcón de su casa la noche de Reyes. En ese momento, Marta decidió ponerlo en manos de la Policía.
⚫EXCLUSIVA: Las cartas del inquietante acosador de la periodista Marta Fernándezhttps://t.co/iD8sL1OeOH
«Una historia de amor absolutamente enloquecida», como explica Fernández. Pero el acoso fue a más y se acercó a ella en un acto que ella presentaba: «Me entraron miles de males. Me tuvieron que sacar que sacar por la puerta de atrás».
El individuo iba a su casa todos los días: «Se plantaba en mi puerta todos los días. A eso de las siete y media ocho de la mañana se ponía debajo de mi balcón a jugar con una pelota o a cantar o hacia que hablaba con el móvil», haciéndola sentir «prisionera en tu propia casa». Después de gritarle en mitad de su barrio, diciéndole: «¡Que no me haces caso! ¡Las mujeres cómo sois! ¡Las guapas cómo sois! Y Luego mirando a la gente que había en el local seguía: ‘¡Las mujeres que solo queréis a los hombres por el dinero! ¡Que no me hace caso!’, hasta que se esfumó.
Pero, regresó al tiempo y ella volvió a denunciar. Finalmente, el hombre, de 44 años, fue detenido y tenía antecedentes por robo con violencia y lesiones. Tiene una orden de alejamiento y no puede acercarse a ella a menos de 500 metros, ni tampoco comunicarse con ella.
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