¿Has quedado con tus amigos para salir de fiesta? ¿Tienes una reunión importante? ¿Vas a reencontrarte con quien fue el amor de tu vida después de años sin veros? Pues te va a salir un granito, y lo sabes. Los granos en la cara son como esas personas pesadas que se acoplan a cualquier plan aunque no le caigan bien a nadie del grupo. No puedes hacer nada para evitarlo: van a estar ahí contigo, aunque tú no quieras y te comportes como una borde. Jamás cogen la indirecta y te toca sufrirlos.
Y si la educación nos impide desinvitar a una persona de un plan, con los granitos lo que nos sale de primeras es tocarlos. Empiezas palpándolo con la yema del dedo y acabas estrujándolo llena de rencor. Pero de nada sirve más que para empeorar la situación, porque pellizcar un granito siempre acaba mal: rompes los capilares de la piel, no terminas de limpiarlo del todo y al final tienes un granito más una heridita que acabará convirtiéndose en una marca de acné.
Pero igual que te decimos que la vida es muy corta como para aguantar pesados, tampoco tienes que aceptar y hacerte amiga de cada grano que te sale. Y más aún cuando en Sephora puedes comprar unos parches que te ayudan a eliminarlos. Hablamos de la Breakout Box, de Patchology, una cajita en la que vas a encontrar tres tipos de parches para tapar y eliminar tus granitos:
Breakout Box, de Patchology (a la venta en Sephora) © Cortesía de Sephora
– Parches clarificantes: úsalo cuando el granito ya esté fuera. Son como un peeling en forma de punto que limpian el poro, absorbiendo las impurezas y protegiéndolo del toqueteo de tus dedos.
– Parches reductores de imperfecciones con ácido salicílico: úsalos cuando notes que te está saliendo el granito. Con ácido salicílico y árbol de té, este puntito disuelve las células muertas y previene la aparición del grano.
– Parches nasales detoxificantes al carbón: eliminan los puntos negros. Descongestionan los poros y minimizan su apariencia.
Tanto el primer parche como el segundo son transparentes y puedes llevarlos durante el día sin problema, porque no se notan en la piel. Por ello son una compra ideal para tener siempre en el bolso, en el cajón de la oficina y, por supuesto, en casa. No volverás a tocarte un granito nunca más.
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