La presunta violación habría tenido lugar en 1975, pero no fue hasta hace dos años cuando la posible víctima, la fotógrafa francesa Valentine Monnier, denunció públicamente a Roman Polanski. Un tiempo en el que el cineasta ha estado callado. Hasta ahora. Este ha roto su silencio, para defenderse, en una entrevista para la revista ‘Paris Match’.

Ha sido en las páginas del semanario galo donde ha negado el hecho del que se le imputa y, tal y como se puede leer en la portada, se queja amargamente de que «han querido hacer de mí un monstruo«. Polanski dice recordar remotamente a la mujer que le ha señalado, añadiendo: «No recuerdo nada de lo que cuenta porque es falso«.

«Cuando todo ha prescrito desde hace unos años es fácil acusarme, también cuando se está seguro de que no puede haber un proceso judicial para exculparme. Yo no pego a las mujeres», relata, señalando los obstáculos que va a haber para probar esto, puesto que dos de los tres testigos han fallecido ya.

A pesar de lo desagradable de la situación, de que te coloquen en el medio de una acusación de estas características, Roman dice tener «el caparazón muy duro». Y deja muy claro que, si no ha hablado antes, es porque él pasa del circo mediático que va más allá de su trabajo, que él se defiende «con mis películas».

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