¿No te gustan las verduras? Puedes echarle la culpa a tus genes

¿Te imaginas comerte un trozo de brócoli y que te sepa igual que el chocolate más amargo? Puede que esto a ti nunca te haya ocurrido, pero hay personas a las que sí. Así lo ha demostrado un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Kentucky, quienes creen que hay ciertos genes que pueden hacer que el sabor de las verduras resulte particularmente amargo para algunas personas.

El encargado principal de que se produzca este fenómeno es el receptor del gusto llamado gen TAS2R38. Y para explicar por qué hay personas especialmente sensibles a los sabores amargos, hay que entender lo que ocurre con este gen.

Todos los humanos heredan dos copias del gen TAS2R38, el cual tiene dos variantes: AVI y PAV. Aquellos que nacen con dos copias de AVI, no suelen ser sensibles a los sabores amargos, pero los que nacen con una copia de AVI y otra de PAV sí lo son. Esto es lo que explica que haya personas a las que no les gusten verduras concretas como el brócoli, las coles de Bruselas, el repollo o la col. Aunque según apunta Jennifer L. Smith, doctora y una de las autoras del estudio, esta particularidad genética no solo provoca rechazo a las verduras, también a otros alimentos como “el chocolate oscuro, el café o la cerveza”.

¿Cuál es la solución para las personas a las que no les gustan las verduras?

No hablamos de aquellas quienes rechazan los vegetales simplemente por falta de costumbre a ellos, ya que en este caso la solución apunta más bien a cambiar hábitos alimenticios, sino de las personas que tienen esta alteración y que perciben las verduras tan amargas que las rechazan por su sabor.

Prescindir de ellas no es la mejor opción, puesto que son un pilar imprescindible en nuestra dieta y fuente de minerales, vitaminas y fibra. Por eso hay que buscarle la vuelta. “Dependiendo de la manera en la que se cocinen las verduras, se puede reducir su amargura”, apunta la experta. Si lo haces junto a otros alimentos más dulces (maíz, cebolla, dátiles, tomates…) y agregas condimentos como especias o salsa de soja, pueden resultar más apetitosas para quienes tienen este gen alterado.

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