La familia real británica se ha sumado a los actos callejeros para celebrar la coronación de Carlos III y Camila. Un día después de la solemne ceremonia en la abadía de Westminster, los británicos estaban convocados a celebrar el ‘Big Lunch’, un gran almuerzo al aire libre entre vecinos para estrechar lazos y festejar el momentos histórico. Diferentes miembros de la familia real británica se unieron a estas fiestas en la calle como los príncipe de Gales que se acercaron a las celebraciones en los jardines de Windsor. Allí, una vez más, Kate Middleton se ganó el cariño de los británicos con el gesto que tuvo con una niña que se echó a llorar al verla. Al ver sus lágrimas, la princesa le dijo que si quería un abrazo y, ante su respuesta afirmativa, se lo dieron y el príncipe Guillermo también habló con ella.

Eugenia de York presume de embarazo en el almuerzo para celebrar la coronación de Carlos III

Además de los príncipes de Gales, las hijas de Andrés de Inglaterra, Beatriz y Eugenia de York también se unieron a las celebraciones callejeras. A pesar de su que padre fue uno de los grandes ausentes en el saludo familiar desde el balcón de Buckingham, las jóvenes estuvieron en Chalfont St Giles, en el condado de Buckinghamshire, para mostrar su apoyo a su tío. Aunque ambas estuvieron en la ceremonia de Westminster, no estuvieron en el balcón porque, por deseo de Carlos III, no ejercen labores de representación de la casa real pero, con este gesto, demuestran el cariño y apoyo que tienen hacia el soberano. Para la ocasión, Eugenia, embarazada de su segundo hijo, escogió un vestido blanco con detalles en negro y Beatriz, una alegre falda de flores con camiseta blanca y blazer azul.

Los duques de Edimburgo y la princesa Ana muestran su apoyo a Carlos III

Eduardo y Sofía, duques de Edimburgo, y la princesa Ana, con su marido Tim Laurence, también compartieron el ‘Big Lunch’ en diferentes lugar. Las dos parejas son considerados por Carlos III miembros activos de la familia real británica y sí estuvieron en el balcón de Buckigham tras la ceremonia de coronación. Eduardo de Inglaterra y su esposa Sofía estuvieron en Cranleigh, en Surrey, Inglaterra donde les vimos charlar con los ciudadanos y probar sus platos mientras que la princesa Ana tomó el té en Swindon.

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