Ya hace un tiempo que Rocío Crusset decidió cruzar el charco y hacer de la ciudad de los rascacielos su hogar. Allí decidió luchar por su sueño de vivir de su profesión, el modelaje, lo que quizá no esperaba era encontrar el amor. El responsable de haber devuelto a la joven su ilusión en el amor tras su ruptura con Juan Betancourt es Maggio Cipriani, un empresario italiano que también reside en Nueva York y con quien su relación avanza a pasos agigantados. Ambos viven su historia de amor en la ciudad que nunca duerme y desde allí cogieron, la pasada semana, un avión para volver a Madrid unos días.

La pareja se dejó ver en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas a su llegada a la capital española, donde ahora pasan unos días tranquilos visitando a su familia, amigos…

La hija de Carlos Herrera y Mariló Montero aprovechó la pasada feria de Sevilla para presentar a su nuevo novio, Maggio, de 29 años perteneciente a una acaudalada familia italiana.

Sin embargo, esta nueva relación de Rocío ha levantado ampollas en algunas mujeres que la han criticado duramente en redes, por lo que ella no dudó en defenderse: «Me arde por dentro leer ciertos comentarios que vienen de mujeres. Tengo 24 años y se conoce a 3 chicos con los que he salido, 3… El problema en este caso no es la prensa, que me trata con respeto (gracias), sino los comentarios de otras mujeres. En cuanto a los hombres, siempre he disfrutado más el vivir experiencias con esa persona, conocerla y vivir hasta que se acabe por lo que sea antes que disfrutar de algo rápido de un par de noches».

Y añadía: «Ojo. 24 años, 3 chicos. Se me tacha por mujeres de cosas que prefiero ni mencionar. Sí, estoy conociendo a alguien de nuevo, estoy ilusionada, estoy viviendo, estoy feliz. Y si resulta durar poco pues ahí quedará otra experiencia y seguiré sola hasta que encuentre a quien a mí me dé la gana. No hay un límite de número de chicos, saldré con los que a mí me apetezca».

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