‘El Sultán’, qué ha pasado en los últimos capítulos (22 al 24): Nurhan, herida de muerte

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    En los capítulos de El Sultán de la semana pasada Hürrem le pidió a Leo que se fuera del palacio y le entregó una bolsa de dinero. Pues en los capítulos 22, 23 y 24 de esta semana de El Sultán hemos comprobado que los celos siempre son malos consejeros y, en mitad de intrigas palaciegas y luchas de poder, mucho más. Sin embargo, parece que Hürrem no aprende. La mujer no soportaba la sola idea de que Solimán compartiese alcoba con otras concubinas y esclavas. El dolor comenzó a apoderarse de ella y amenazó con hacerle cometer alguna que otra imprudencia.

    Mientras tanto, un comerciante veneciano llamado Alvise Gritti llegó hasta el palacio de Solimán con la idea de tratar con este e Ibrahim una serie de asuntos comerciales. Sadika, por supuesto, escuchó la conversación escondida entre los pasillos de la gran propiedad. Después, escribir una carta a sus “jefes”, informándoles de como iban los asuntos políticos y económicos del Sultán. La chica se está a ganando a pulso convertirse en la espía del año.

    Por otro lado, Gulshah estaba en la habitación de Hürrem con un cuchillo ensangrentado en la mano. En la cama, un cuerpo yacía inmóvil. Antes de ser vista por alguien, salió del lugar. Esma fue quien entró después y encontró la terrorífica escena. Comenzó a gritar y todos se apresuran rápidamente a ver qué ocurría.

    ¿Vivirá Nurhan o terminará muriendo?

    Sümbül fue el primer en llegar. Cuando quitó la colcha, se percata de que la joven herida era Nurhan. Gulshah observó todo desde la puerta y se lamentó de haber fallado en su plan. No mató a Hürrem como quería. Esta última, se presentó en el sitio y se sorprendió al ver a su gran amiga agonizando.

    Todavía con el susto en el cuerpo, Hürrem pidió hablar con la madre Sultana y con Solimán. Todos estaban de acuerdo en que alguien ha tratado de asesinarla, pero se había equivocado de víctima: “No estoy segura en este palacio”. Por su parte, Mahidevran interrogó a Gulshah y le preguntó si fue ella la causante de lo ocurrido. Esta no pudo mentir ante su señora.


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