25 películas sobre Hollywood para entender el negocio

¿Es Maps to the Stars la película por la que debería haber ganado Julianne Moore su Oscar? Tal vez sea lo más probable. Pero delirios aparte, con la industria de Hollywood rendida ante la sátira en la máxima exaltación del ego que es Birdman –que cuenta la historia de la carrera de un actor que poco a poco se va desmoronando–, nos encontramos ante una situación peculiar de un Hollywood –recorremos la época dorada de Hollywood– de gusto insaciable por airear un backstage de estrellas acabadas y temas sin resolver. Teniendo en cuenta que en los últimos años, tres victorias son de películas sobre el negocio del cine, y bastante opuestas entre sí, el panorama se presenta interesante.

Si ya en 2015 se estrenaron la locura poética –con un gran número de personas saltando– de Malick en Knight of Cups y Christian Bale, Cate Blanchett y Natalie Portman como estrellas de cine torturadas por la fama, no más allá dio el salto al cine Entourage, la serie de HBO sobre Hollywood visto a través de los ojos del séquito de un actor en alza. Sin tanto revuelo en masa, pero siguiendo la estela de Sexo en Nueva York, estuvimos ante uno de los éxitos del verano. Y aunque ese mismo año, parecía que HBO desvistió definitivamente a Lisa Kudrow de su disfraz de la eterna Valerie Cherish, en la locura de amor que es The Comeback, el juego de Hollywood siempre ha tenido su representación en la gran pantalla. Ahora, años después, estas increíbles obras cinematográficas que seguimos viendo una y otra vez siguen causando el mismo furor que causaron en su día.

Para recordarlas y revivir momentos únicos del cine hollywoodense, hemos elaborado una larga lista de puro metacine que incluye algunas –por no decir la mayoría– de las mejores películas –las 20 mejores películas españolas– de la historia como El crepúsculo de los dioses, ¿Qué fue de Baby Jane?, Ha nacido una estrella, Postales desde el filo, Dioses y monstruos, La estrella y otras sátiras que quedando muy lejos de las intenciones de llegar a un público amplio su culto va aumentando con el paso del tiempo.

DIRECTOR: Billy Wilder

GUIÓN: Billy Wilder

PARTE DEL JUEGO: «Todos los cañones hacia mi persona». Ante las miradas asesinas de la mayoría, Billy Wilder se lanzaba a por lo prohibido: disparar a la mano que te da de comer. La primera sátira salvaje del juego de Hollywood apuntaba directa a un star system reciclable en el que no era oro todo lo que relucía. La masacre se saldaría con tres Oscar y el legado de una de las mejores películas de la historia. Norma Desmond sigue viva.

DIRECTOR: Joseph L. Mankiewicz

GUIÓN: Joseph L. Mankiewicz

PARTE DEL JUEGO: El del miedo al relevo generacional y la rivalidad entre actrices. La principal enemiga de El crepúsculo de los dioses en los Oscar de 1951 se llevaba seis hombres de oro a su casa entre peleas de gatas y un legado inmortal. Pedro Almodóvar la homenajearía en 1999 con Todo sobre mi madre, a lo que Bette Davis hubiese repetido alzando la copa: «Abróchense los cinturones, esta va a ser una noche movidita».

DIRECTOR: Stuart Heisler

GUIÓN: Dale Eunson, Katherine Albert

PARTE DEL JUEGO: Bette Davis volvería a intentarlo dos años después con esta locura de atar en la que una ex estrella en horas bajas tiene tendencia al alcohol y un Oscar como mascota. Obsesión y decadencia de un star system que aprendía a reírse de sí mismo. «Come on, Oscar, let’s you and me get drunk!».

DIRECTOR: Vicente Minnelli

GUIÓN: Charles Schnee

PARTE DEL JUEGO: El de productores tiranos y salvajes obligados a agachar la cabeza en horas bajas. La cadena alimenticia de un Hollywood hambriento de poder en su máximo esplendor.

DIRECTOR: Stanley Donen, Gene Kelly

GUIÓN: Adolph Green, Betty Comden

PARTE DEL JUEGO: Porque mucho antes de que Harvey (Weinstein) vendiese The Artist al mundo como la innovación definitiva, Gene Kelly ya cantó, bailó y se mojó bajo la lluvia con el cambio del cine mudo al sonoro. Lo demás es historia.

DIRECTOR: Robert Aldrich

GUIÓN: Lukas Heller

PARTE DEL JUEGO: El de las estrellas infantiles caídas en el olvido. Bette Davis y Joan Crawford en un cara a cara eterno delante y detrás de las cámaras que se saldaría con un: «Ha dormido con todas las estrellas de la Metro Goldwyn Mayer, menos con la perra Lassie». Aldrich intentaría repetir la jugada dos años después con Canción de cuna para un cadáver, pero Crawford, que el mal carácter lo dejaba en familia, se negó en banda.

DIRECTOR: George Cukor

GUIÓN: Moss Hart

PARTE DEL JUEGO: El de la obsesión por la fama. En el primer remake de Ha nacido una estrella, Judy Garland ya dejaba claro que el éxito no siempre es una buena idea.

DIRECTOR: Jean-Luc Godard

GUIÓN: Jean-Luc Godard

PARTE DEL JUEGO: El del cine de Hollywood contra el cine de autor europeo. En El desprecio, Brigitte Bardot y la nouvelle vague reescribían el erotismo en la locura. Pedro Almodóvar –otra vez– lo revisitó en Los abrazos rotos, y Natalie Portman lo hace en cada nuevo anuncio de Dior.

DIRECTOR: Jacqueline Susann

GUIÓN: Helen Deutsch, Dorothy Kingsley

PARTE DEL JUEGO: La cima de la fama mal aceptada. Antes de Lindsay Lohan y Amanda Bynes, y mucho antes también de Drew Barrymore a finales de los ochenta, Patty Duke era adicta a los fármacos, con y sin receta, mezclados con agua del grifo rusa. La Patty Duke de El valle de las muñecas estaba a su vez basada en Judy Garland, que rechazaba además un papel secundario ante tal panorama.

DIRECTOR: Frank Perry

GUIÓN: Frank Perry, Frank Yablans

PARTE DEL JUEGO: Como Hollywood no tenía realeza, se la inventó. Así que, cuando Christina Crawford decidió escribir sus memorias, justo un año después de la muerte de su madre, el mundo explotó. Era 1978, y la hija adoptiva de un himno nacional desempolvaba la cara no lavada de un Hollywood hambriento de miseria. La adaptación al cine no tardó en aparecer con forma de monumento histórico trash que lo mismo debería ser exhibido en el MoMA de Nueva York que en una vitrina al lado de la estrella de Faye Dunaway, en el Paseo de la Fama. «¿Ignoro a mis admiradores? Ellos son mi vida, cariño». Terror en Beverly Hills.

DIRECTOR: Mike Nichols

GUIÓN: Carrie Fisher

PARTE DEL JUEGO: El de la endogamia de Hollywood. Madres e hijas con legado generacional. Carrie Fisher se desahogaba en su propia autobiografía de toda la presión al crecer bajo vigilancia por la misma Debbie Reynolds de Cantando bajo la lluvia. «Cambia de agentes, no me gusta lo que hacen contigo».

DIRECTOR: Robert Altman

GUIÓN: Michael Tolkin

PARTE DEL JUEGO: El de los negocios turbios. Con El juego de Hollywood, Altman volvía a las historias cruzadas de largos planos secuencia con miles de cameos que tanto se repetiría.

DIRECTOR: Tim Burton

GUIÓN: Scott Alezander, Larry Karaszewski

PARTE DEL JUEGO: El del club de los incomprendidos.

DIRECTOR: George Huang

GUIÓN: George Huang

PARTE DEL JUEGO: El de la escala intermedia en la cadena alimenticia: los agentes. Kevin Spacey, antes de ser Kevin Spacey, haciendo de Scott Rudin –el archienemigo de Harvey Weinstein– y molde clave del Ari Gold de Entourage. Pop culture reference, sorry!

DIRECTOR: Rob Epstein, Jeffrey Friedman

GUIÓN: Rob Epstein, Jeffrey Friedman

PARTE DEL JUEGO: El del armario empotrado de Hollywood. Cuando en 1934 se aplicó el Código Hays, una de las principales normas era prohibir toda referencia a la homosexualidad, lo que incentivó aún más el ingenio y la sutileza de los guionistas que llenaron los cines de películas-milagro sobrecargadas de doble sentido: Ben-Hur, La Calumnia o Cowboy de medianoche burlaron los valores tradicionales de una asociación caducada.

DIRECTOR: Bill Condon

GUIÓN: Bill Condon

PARTE DEL JUEGO: El de los grandes directores del pasado que permanecen en la sombra sus últimos años. James Whale, creador de Frankenstein, esta vez con cara de Ian McKellen, seguía dando rienda suelta a su homosexualidad oculta a través de la pintura. Brendan Fraser que durante varios años fue el Channing Tatum de turno, pero se quedó en Brendan Fraser, servía de inspiración.

DIRECTOR: Phil Joanou

GUIÓN: Phil Joanou

PARTE DEL JUEGO: «No pude traer a Stella de vuelta, así que hice una película sobre ella». El cine y un gato como sustituto de la vida (también se puede interpretar a Stephen Dorff como un gato, pero esa es otra historia). El director, habitual del videoclip y las giras de U2, vende su sentimiento de pérdida, culpa y nostalgia. Porque todos tenemos una Stella.

DIRECTOR: John Waters

GUIÓN: John Waters

PARTE DEL JUEGO: El del lavado de cerebro por los estudios de Hollywood. Stephen Dorff vuelve al ruedo del metacine liderando una banda antihollywoodiense que secuestra a una actriz de blockbuster para que protagonice su nueva película independiente. Un alegato a favor del cine de autor: «I fucking hate Forrest Gump!».

DIRECTOR: David Lynch

GUIÓN: David Lynch

PARTE DEL JUEGO: El de la bipolaridad y pérdida de personalidad. David Lynch pensó en Mulholland Drive como secuela directa de los Twin Peaks de Audrey Horne y su intento de triunfo en Hollywood. Nada salió bien, hasta que estrelló su coche en Cannes.

DIRECTOR: Nanette Burstein, Brett Morgen

GUIÓN: Brett Morgen

PARTE DEL JUEGO: El de los productores salvajes que apostaron por algo diferente dentro de unas normas ya establecidas. Las memorias de Robert Evans escupen fuego cuando en el casi abandono de Mia Farrow del rodaje de La semilla del diablo su trabajo se basaba en repetir en voz alta y sin descanso: ¡Ganarás el Oscar!». Las fuerzas de la naturaleza.

DIRECTOR: Martin Scorsese

GUIÓN: John Logan

PARTE DEL JUEGO: El de la avaricia rompió el saco. El Oscar que se merecía Leonardo DiCaprio.

DIRECTOR: Sofia Coppola

GUIÓN: Sofia Coppola

PARTE DEL JUEGO: El de los actores de blockbusters olvidables que ya no saben ni quiénes son de tanto escuchar a The Strokes sin salir del Chateau Marmont. Y otra vez Stephen Dorff. Miss Sofia Carmina Coppola –que ella lo ha visto todo– se quedó prendada de la historia de amor en Entropy y, muy dada a las pérdidas con desamor, se empeñó en dar su propia versión del asunto para terminar metiendo a Stephen otra vez en el juego de Hollywood.

DIRECTOR: Ryan Phillippe

GUIÓN: Ryan Phillippe, Joe Gossett

PARTE DEL JUEGO: El del siglo XXI. Aprovechando los trámites de divorcio con Reese Witherspoon, Ryan Phillippe se autodirige en su ópera prima en una parodia de sí mismo como grave consecuencia de las redes sociales y la obsesión por Hollywood.

DIRECTOR: Alejandro González Iñárritu

GUIÓN: Alejandro González Iñárritu, Nicolás Giacobone, Alexander Dinaleris, Armando Bo

PARTE DEL JUEGO: El juego del ego. El espectáculo del ego. Luces de colores, lo pasaré bien.

DIRECTOR: David Cronenberg

GUIÓN: Bruce Wagner

PARTE DEL JUEGO: El de la obsesión en el camino a la libertad. «On the stairs of death, I write your name. Liberty» (Liberty, Paul Éluard).

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