Desde que Anna Wintour se ocupa de los Standard Evening Theatre awards de Londres, el nivel de vestuario de los asistentes ha subido hasta niveles estratosféricos. Uno de los objetivos era conseguir que esta noche del teatro londinense se convirtiera en una tan glamourosa o más que cualquier gala de premios de cine de primer nivel. Y vaya si lo consiguieron. La presencia de la reina de la moda y su hija Bee Carrozzini, marcando el ritmo, es ya un valor seguro y en esta última entrega volvieron a hacerlo. Madre e hija posaron primero juntas con conjuntos que no podían ser más diferentes entre sí y que, al mismo tiempo, combinaban a la perfección.
Anna Wintour eligió un modelo de la Alta Costura 2019 de Chanel. Un vestido de lentejuelas de gran tamaño en color plata con una silueta ajustada, de cuello a la caja y largo hasta los pies. El toque original ‘made in Anna Wintour’, lo ponía al combinarlo con un abrigo de la misma colección, tipo levita, en color negro y con botones joya de la misma longitud que su vestido. El forro del abrigo, de color marfil, hacía juego con el vestido de su hija.
Bee Shaffer, de apellido Carrozzini desde que se casó, eligió un vestido de encaje en color marfil de la colección para el próximo verano de Alexander McQueen. Un diseño asimétrico con aberturas en los laterales que dejaban a la vista parte de su cintura. También el largo de su vestido irregular dejaba la vista unas sandalias doradas.
Mientras que Anna Wintour eligió como remate para su conjunto un collar corto de brillantes, su hija apostaba por los pendientes largos del mismo material para dejarle todo el protagonismo a las impresionantes flores de guipur que adornaban el cuello de su vestido. Es más que evidente que madre e hija comparten y multiplican el estilo.
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