La tía ‘it-girl’ del duque de Noto que pudo ser reina de España y acabó casándose con un millonario griego

Cuando aún eran unos adolescentes, algunas crónicas sociales quisieron ver en ella a la perfecta futura reina de España. El entonces príncipe Felipe (53) y Victoria de Borbón-Dos Sicilias (45) desmintieron rápido los rumores de aquellos que querían emparejarlos y se afirmó que su amor era algo imposible, ya que ambos se conocían desde niños y Victoria era como una hermana para él. Este sábado se casa en Palermo (Italia), Jaime de Borbón-Dos Sicilias, conde de Noto y sobrino de Victoria, y hemos querido repasar la historia de esta aristócrata que además fue una de las primeras ‘it girls’ -cuando aún esa palabra no existía en nuestro vocabulario- de España.

La relación casi de hermanos entre Felipe VI y Victoria de Borbón tiene mucho que ver con sus respectivos padres. El padre de ella fueCarlos de Borbón-Dos Sicilias (fallecido en 2015 y enterrado en el panteón de infantes del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial) y mantuvo una estrecha amistad con don Juan Carlos desde que estudiaran juntos muy jovencitos en la finca Las Jarillas. Además, eran primos hermanos por la línea materna y primos segundos por parte de padre. Carlos de Borbón y Borbón, duque de Calabria, se casó dos veces, primero con María de las Mercedes de Borbón y después con Luisa de Orleans. De la unión con María de las Mercedes nació Alfonso, que contrajo matrimonio con la princesa Alicia de Borbón Parma. Ellos serían los padres de Carlos de Borbón Dos Sicilias. Por su parte, con Luisa de Orleans tuvo tres hijas, una de ellas María de las Mercedes de Borbón Dos-Sicilias, esposa de don Juan y madre del rey emérito.

Cuando don Juan Carlos accedió al trono le concedió el título de infante de España. El que fuera duque de Calabria (título que hoy ostenta su primer hijo varón, Pedro, padre de Jaime de Borbón-Dos Sicilias) ocupaba el primer puesto en la línea de sucesión a la corona española después de los descendientes del rey Juan Carlos I, ya que sus hermanas, las infantas Pilar y Margarita, habían renunciado a sus derechos de sucesión para casarse con personas que no pertenecían a una familia real. Esto solo hubiera sucedido con una casi imposible marcha de los Borbones de nuestro país.

Tardes de juegos en Zarzuela

Don Carlos se casó por lo civil en el ayuntamiento de Louveciennes (Francia) el 11 de mayo de 1965 y al día siguiente contrajo matrimonio por la iglesia en la Capilla Real de San Luis en Dreux con la princesa Ana de Orleans, hija del príncipe Enrique de Orleans, conde de París (1908-1999) y de la princesa Isabel de Orleans-Braganza (1911-2003). El matrimonio tuvo cinco hijos: Cristina, Paloma, Pedro, Inés y la última en llegar, Victoria. La joven Victoria siempre trató de pasar desapercibida pese a la estrecha amistad que sus padres siempre mantuvieron con los entonces reyes. Era habitual que pasara muchas tardes en Zarzuela jugando con Felipe y sus hermanas, Cristina y Elena.

Pasados los años, Victoria comenzó a desarrollar su pasión por el paisajismo de jardines y siempre quiso llevar una vida discreta asistiendo a pocos actos sociales. Su elegancia y clase fueron vistas como ingredientes perfectos para ser la futura reina de España, pero ese romance nunca se dio. El febrero de 2003, Victoria asistía una fiesta cumpleaños junto a otros rostros de la alta sociedad como Luis Medina, hijo menor de Naty Abascal, José Federico de Carvajal y Helena Boyra o Jaime Ardid Martínez-Bordiú, nieto de Carmen Franco, y lo hacía acompañada del que llevaba siendo su novio casi un año, el griego Markos Nomikos, que entonces tenía 38 años.

Su gran día junto a la familia real española

Pocos meses después, en mayo de ese año, se produciría la pedida de mano oficial de la joven en el domicilio madrileño de don Carlos. Él pertenecía a una familia con empresas en el sector de la construcción de barcos en el que el propio Nomikos trabajaba y que tenían oficinas en Londres y el puerto del Pireo, el mayor de Grecia. Curiosamente, tan solo seis meses más tarde del compromiso de Victoria, el príncipe Felipe anunciaba (el 1 de noviembre de 2003) su futura boda con la que entonces aún era periodista Letiza Ortiz Rocasolano.

El 27 de septiembre del mismo año, Victoria y Markos se daban el ‘sí, quiero’ en el convento de la Asunción de Calatrava, en Almagro. Una semana antes, el novio había presentado a su prometida de manera oficial a la sociedad griega en una gran fiesta en Atenas. Como testigos de su enlace estuvo la Familia Real al completo (los Reyes, don Felipe y las infantas con sus maridos, Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarin), pero también asistieron otros miembros de la realeza griega como la reina Ana María, Irene (hermana de la reina Sofía), Alexia de Grecia y su marido Carlos Morales, Pablo y su mujer Marie Chantall Miller; y de la familia real búlgara, como Kyril de Bulgaria y su entonces mujer Rosario Nadal.

La ceremonia se celebró siguiendo el rito católico y el ortodoxo, por el novio, y la capilla fue decorada con mimo por la propia Victoria, que estudió decoración de jardines. El banquete se llevó a cabo en la finca La Toledana, el mismo lugar en el que nueve años antes se había casado su hermana Cristina con Pedro López-Quesada. El matrimonio de Victoria y Markos tuvo cuatro hijos: Anastassios (16), Ana (15), Carlos (13) y Simeón, de 9 años. La familia vive alejada de la vida pública en Grecia.

Su hermana Cristina, buena amiga de Letizia

Sin duda, la hermana más conocida de Victoria es Cristina. Está casada con uno de los grandes amigos de don Felipe, Pedro López-Quesada, perteneciente a una familia de banqueros y director gerente de Citi en España, empresa especializada en servicios financieros. López-Quesada comenzó a frecuentar el círculo íntimo de don Felipe (entre otros, ahí estaban Álvaro y Ricky Fuster o los hijos de Simeón de Bulgaria) en la universidad y cuentan que fue el encargado de organizar, junto a Iñaki Urdangarín, la despedida de soltero de don Felipe en 2004, que no se llegó a celebrar por los atentados del 11M.

Por su parte, Cristina tiene una relación muy estrecha con doña Letizia e incluso se las ha visto juntas en algún concierto en la capital, como en el de Alejandro Sanz o en el que Beck, por el 42 cumpleaños de la reina. Cristina y Pedro tienen dos hijos: Victoria (24) y Pedro Pablo (18). A la joven la conocimos cuando solo tenía 7 años en la boda de Felipe y Letizia, ya que protagonizó uno de los momentos cómicos de la ceremonia junto a un travieso Froilán, de apenas cinco años, que no paraba de darle patadas y ella, educada como pocos, trataba en vano de calmarlo con su mano. Victoria López-Quesada Borbón-Dos Sicilias dicen que siempre fue como una sobrina para la infanta Cristina y su madre ha sido una de las personas más cercanas a ella y Urdangarin incluso en sus peores momentos, algo que ha chocado con su buena amistad también con don Felipe.

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