Raquel Meroño: “Espero no perder nunca el positivismo”

A finales de los noventa, Raquel Meroño se convirtió en un rostro popular gracias a Al salir de clase. Luego siguieron títulos como Esencia de poder y Paco y Veva. Con el nacimiento en 2006 de Martina y Daniela, se centró en su faceta de empresaria, con una compañía de localización de espacios para fiestas privadas y rodajes y otra de diseño de muebles con su ahora exmarido, Santi Carbones. Masterchef Celebrity y Servir y proteger la han colocado de nuevo en la tele.

Vuelves a la interpretación. ¿Cómo te sientes?

Feliz, la vida está poniéndomelo fácil. Y, a medida que superas obstáculos, te das cuenta de lo fuerte que eres. Aunque, cuando el cuerpo te pide calma, hay que escucharlo. No puedes ir todo el tiempo de superwoman. Si vas acelerada, te pierdes el camino, queimporta más que la meta.

Has dicho que Masterchef supuso un cambio de vida para ti y tus hijas. ¿Servir y proteger?

Hace un tiempo mis niñas interpretaron por unas declaraciones mías que había dejado mi carrera de actriz cuando nacieron y se sentían culpables. No fue así, pero cuando acabó el concurso las dos me dijeron que les encantaría que volviese a la interpretación.

¿Y ahora?

Este regreso es una forma de mostrarles cómo era su madre entonces y demostrarles lo complicada que es la carrera de actriz, que no es glamuroso levantarse a las cinco y media de la mañana y estudiar guiones todos los días. Y que hay poco de realidad en las fotos de Instagram… Pero, vamos, que sarna con gusto no pica y hacer algo con pasión es lo importante.

¿Cómo te han recibido en la telenovela, que ya ha superado los mil capítulos?

Luisa Martín me ha acogido como la matriarca que es. Es su casa y cuida muy bien a sus huéspedes. Todo el equipo es majísimo y se nota que están acostumbrados a recibir invitados. Me siento arropadísima, me tratan de lujo.

¿Te has notado nerviosa?

Eso ya lo viví en el programa, donde crecí poco a poco y eso me ha dado poderío. He vuelto a confiar en mí. Después de esa hazaña, con ganas y valor, he decidido no perder ni un minuto en inseguridades, no sirve para nada. He venido a disfrutar y a darlo todo.

¿Qué conservas de aquella Paloma de Al salir…?

Sigo siendo igual de apasionada a la hora de mostrar mis sentimientos. Pero ahora estoy llena de matices, de claroscuros, porque antes me faltaba experiencia.

Y eres capaz de luchar por lo que deseas, como demostraste en el concurso, pasaste de no saber cocinar a recibir el premio.

Es mi forma de ser y espero no perder nunca ese positivismo a la hora de enfocar la vida. La piel puede no estar tan tersa, pero el espíritu sí (risas).

Todavía publicas recetas en las redes sociales…

No puedo renunciar a la cocina, he descubierto un mundo de fantasía increíble. El otro día fui a comer a un restaurante y la camarera me dijo que le encantan. También sigo en las redes con los bailes con mis niñas.

En Instagram, te defines como actriz, empresaria y bailonga.¿Así, en ese orden?

Depende del día. Sigo organizando eventos, diseñando muebles y tengo un chiringuito con mi ex. No puedes estar a tope en todo, pero si tienes un buen equipo, siempre puedes delegar.

¿De quién has heredado ese espíritu emprendedor?

Me han ayudado mis padres, ya cuando recibí mi primer sueldo me aconsejaron que lo invirtiese. Y, en especial, mi madre, que me mantiene con los pies en la tierra. Cuando todo el mundo me adulaba, ella me ponía los puntos sobre las íes. Sigue ejerciendo de matriarca, lleva las cuentas de la casa, sin caer en despilfarros.

Lo que dice Pilar va a misa. ¿Cómo te ves en el futuro?

Me gustaría seguir siendo actriz, porque me nutre el alma y me da fuerza emocional, al tiempo que mantengo solo un negocio fácil de manejar con el que pagar los gastos fijos.Por lo demás, busco ser feliz, sentirme querida, mantener relaciones positivas. Cuanto menos necesite, mejor.

¿Qué personaje anhelas?

Me encantaría hacer de mala. Todos me veis como una bonachona, no sabéis qué bicho llevo dentro (risas).

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