• Züleyha finge que piensa escaparse de la hacienda.

• Gülten regresa a la finca.

• Hünkar organiza una gran subasta benéfica.

• Saniye y Gaffur regresan a vivir al rancho Yaman.

Después del fatídico desprendimiento de tierra que casi acaba con su vida, Demir recibe el alta. Toda su familia está afuera del hospital, esperando para darle la bienvenida con los brazos abiertos. Una de las más amorosas es Züleyha, quien no puede ocultar que le conmovió ver a Demir sacrificar su vida para salvar la de Adnan. Ya con su hijo de nuevo en casa, Hünkar puede concentrarse otra vez en sus planes contra Fekeli.

La vuelta de Gaffur al rancho le ha servido a la señora para recuperar a su más fiel trabajador. A él justamente le confía una misión de la que puede depender el destino de la familia. “Seguro que te acuerdas de un empleado que trabajó aquí durante la época en la que mi marido vivía. Se llamaba Ali. Necesito que vayas a la ciudad y lo busques”, sentencia.

El capataz, servicial como siempre, acata las órdenes de su patrona y ese mismo día pone rumbo a su destino. Al llegar al barrio del hombre, entabla conversación con algunos vecinos, con la esperanza de que le den alguna información. “Aquí sabrán dónde vive ahora”, piensa.

Al caer la noche, Yilmaz invita a salir a la doctora que trató a Demir. Se llama Müjgan y, con su simpatía, se ha ganado el afecto del empresario. La pareja de amigos cometranquilamente en un restaurante,hasta que él hace una incómoda, pero necesaria pregunta: “¿Qué es lo que somos?”. La médico sonríe antes de responder: “No voy a negarte que me fijé en ti desde la primera vez que nos vimos. Creo que debemos ir poco a poco y ver dónde nos lleva esto. Ninguno podemos negar lo que está pasando entre nosotros”. Los dos brindan por el comienzo de una bonita historia.

En ese instante, Züleyha llega acompañada de su esposo y observa la escena celosa. La mujer no puede creer que su amado haya buscado un remplazo tan rápido. Aunque sabe que se merece ser feliz con alguien más, no puede evitar sentirse furiosa. El malestar que tiene llega a tal punto que pide a su marido que la lleve a casa con la excusa de que se siente mareada. Sin embargo, él sabe lo que le sucede.

Quien también está en el restaurante es Çengaver. Este, algo ebrio, se enfrenta a Yilmaz, a quien trata con desprecio: “No entiendo qué hace un perro sarnoso como tú cenando con una doctora”. Los dos señores protagonizan una brutal pelea, que termina con el primero siendo llevado a casa por su esposa: “No puedo creer que me hayas dejado en ridículo delante de toda esa gente. Has formado un escándalo tremendo”.

Todavía bajo los efectos del alcohol, Çengaver pide a su esposa que se calle y el revela que el odio que siente por Yilmaz es porque es el exnovio de Züleyha: “Se la quiere quitar a Demir”. La mujer se queda de piedra.

Por su parte, Betül llama a su madre y le cuenta que su primo ha dejado de pasarle la mensualidad que necesita para costearse su lujosa vida en Francia. Sermin no piensa permitir que la chica pase calamidades y se presenta en el hospital de Sabahattin para hablar con él: “Mi familia está dispuesta a no dar más dinero a nuestra hija si te divorcias de mí. Ya han empezado a hacerlo”. El doctor no tiene más remedio que sacrificarse por su pequeña y retira la demanda de separación. Eso sí, hace sus maletas y se marcha de la casa, pues no desea seguir adelante con su matrimonio.

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