¡Qué no habrá hecho Agustín Bravo en su larga trayectoria profesional! De todo y por su orden desde que empezó en TVE de la mano de Jesús Hermida hasta participar en la última edición de ‘Supervivientes’. Un programa en el que los concursantes tienen que demostrar sus habilidades para sortear todo tipo de situaciones, de las que ha salido airoso por su carácter, su preparación física, y porque ha evitado entrar en guerras con sus compañeros. Para hablar de esa experiencia y de su paso por Telemadrid, donde ha presentado ‘Está Pasando’, quedamos en el NH de Pozuelo, a desayunar.
Quién le iba a decir las sorpresas que le depararía el verano.
Quién nos iba a decir que estamos condenados a encontrarnos cada verano, Rosa, bien sea en Marbella, en Madrid, o en Telemadrid.
«Soy un amante de la radio»
¿Esperaba que quitaran ‘Está Pasando’, al mes de presentarlo?
Para nada, es más, yo esperaba que se potenciase, una vez que se había doblado la duración, con lo que eso supone de esfuerzo. A mí no me ha dado tiempo a asentarme y cuando pensaba que podíamos estar años con este magazine, lo quitan.
¿Dolido?
Quienes trabajamos en televisión sabemos que cuando llega un nuevo equipo pueden pasar estas cosas, lo que me entristece es la gente que se queda sin trabajo. Una redacción de gente joven, con talento, sueños, hipotecas, hijos en edad escolar… Ha habido muchas lágrimas estos días y momentos muy duros.
A usted siempre le quedará la radio.
Estoy en Onda Cero Madrid Sur, en el92.7, y ahí me desfogo, porque como tú bien sabes yo soy un amante de la radio. Lo que sí te digo es que no volveré a los cuarteles de invierno porque voy a seguir sacando músculo. Quiero seguir haciendo televisión porque estoy en un momento fabuloso, me siento muy fuerte, muy capaz de seguir haciendo historia en televisión.
Lo dice porque ha hecho todo tipo de programas.
Y porque a mis 60 años comunico mejor que nunca y estoy seguro de que el destino me pondrá donde merezco.
«Nuestra profesión es muy ingrata»
¿Qué le llevó a ‘Supervivientes’?
Tú sabes que nuestra profesión es muy ingrata, y aunque estaba haciendo radio porque no tenía tele, se me presentó la oportunidad de que la gente me recordara, como así fue, ya que cuando regreso de la isla, me llaman de Telemadrid. Pero cuando me vi en el barco lo primero que pensé es ¡quién me manda meterme en esto!
¿Qué quería demostrar?
Que habiendo buen rollo, llevándote bien con todos, puedes entretener. De alguna manera lo conseguí, a mí me caían bien todos, la pena es que no me dieron tiempo para conocerlos más y que ellos me conocieran a mí.
Ha perdido un montón de kilos.
Adelgacé 16 kilos, después cogí 3 porque comí al llegar. Allí adelgazas sí o sí, la debilidad te puede, desaparece la grasa y la masa muscular, sólo comíamos un puñado de arroz al día. He estado casi un mes comiendo pescado crudo con agua, puesto al sol, era una masa asquerosa.
Y un castigo para el cuerpo.
Que protesta porque adelgazas por castigo. Después, cuando salí, tuve que ir al médico porque me dio un cólico nefrítico y sigo teniendo heridas que supuran porque tuve la mala suerte de tropezar con un coral rojo venenoso y no sabes cómo se me puso la pierna, aquello no es ninguna broma.
¿Cómo soportó tantas dificultades?
Tirando de paciencia, de serenidad, y del recuerdo de Susana, mi mujer, que me calma, ella siempre me dice ‘tranquilo’, cuando me ve nervioso. Aguanté estoicamente cuando alguien se metía conmigo porque es mi carácter. Habrá gente que piense que nos dan de comer tras la palmera, ni hablar.
Vivir en un barco sin salir, debió ser muy duro.
No te lo puedes ni imaginar, yo estaba preparado para vivir en una isla, yendo a buscar agua, a pescar, a sortear dificultades de todo tipo, pero a vivir dentro de un barco, no. Menos mal que estaba Carlos Alba; los dos nos apoyamos mutuamente, de lo contrario no sé qué hubiera pasado.
¿Qué lección de vida ha sacado de esa experiencia?
Que hay que respetar las normas que te ponen, porque soy un tipo muy serio, pero sobre todo que la vida es muy corta, que la vida está para vivirla, que lo peor es tener miedo y quedarte en casa sin salir, encerrándote en ti mismo. Vive, vive, que el tiempo y la vida pasan deprisa. Hay que aprender a divertirse, a amar, a abrazar….
«Mi mujer es íntima amiga de Olga Moreno»
Y del ser humano, ¿qué ha descubierto?
Que básicamente no somos malos, tenemos muchas rugosidades, pero en el fondo somos buenos. A Olga la conozco desde hace veintitantos años porque ha trabajado con mi mujer y conmigo en Canal Sur, estuvimos en su boda con Antonio David porque mi mujer es íntima amiga suya.
¿Cómo es Olga fuera de cámara?
Es una gran persona. Yo la voy a juzgar por su paso por ‘Supervivientes’: empezó muy floja, y pensé que se iría a las dos semanas o así, pero siguió y eso nos sorprendió a todos, a ella misma también. Es muy generosa, pero cuando el hambre aprieta, intentas buscar comida donde sea, eso forma parte del programa, pero ha ganado pruebas muy difíciles.
¿Por qué la odian tanto?
Porque es víctima de una historia, cuyo único ‘pecado’ es haberse enamorado y casado con Antonio David. Insisto, Olga es muy buena persona y quien diga lo contrario no la conoce; una buena madre de su hija y de los hijos de Antonio David. Cuántas familias hay en esa situación, muchas, pero claro no son ni Antonio David ni Rocío Carrasco. ..
¿No es injusto enfrentarlas?
Es una apuesta de Tele 5, y ocurre porque al coincidir el documental de Rocío con la participación de Olga en ‘Supervivientes’ es lo que ha traído estas consecuencias.
«Me preocupa Olga porque es una mujer normal que no está preparada para lo que se le viene encima»
¿Ha habido tongo en la final?
Lo que ha habido es una polarización del voto, te explico: en esta edición de ‘Supervivientes’, hay un dato fundamental, se han cuadruplicado los televotos que han llegado. Gente que no ha visto nunca el programa ha votado a favor de Olga porque se han sentido identificados con el problema al que se enfrenta ahora. Giancarlo y Melisa tienen en las redes un millón de seguidores muy jóvenes, pero en esta ocasión ha votado gente no tan joven que ha mandado un mensaje a Olga: estamos contigo.
¿Cómo le afectara emocionalmente lo que está pasando?
A mí me preocupa, porque una mujer normal como ella, no está preparada para este mundo ni para lo que se le viene encima. Yo espero que lo haga bien, que se asesore, y que reciba mucho cariño de quienes la quieren. No lo va a tener fácil, porque igual que le han hecho ganar, hay mucha gente que va a tirar a darle.
¿Volvería a participar en un programa del estilo de Supervivientes?
Sí claro, yo ya he descubierto cuáles son mis cartas: no me gusta la bronca ni la descalificación ni el enfrentamiento, en cambio apuesto por el buen rollo, la empatía, porque creo que hay mucho por hacer en una televisión más positiva.
¿Le gustaría presentarlo?
Este o ‘Gran Hermano’, me da igual porque me he dado cuenta de lo potente que es un reality. Un formato que se mete dentro de ti y te absorbe. Me gustaría presentarlo porque ya tengo una experiencia, y eso me daría una sensibilidad especial para conocer el estado de ánimo de los participantes y, por supuesto, el juego entre los concursantes y el presentador.
¿Cómo se plantea el verano?
Teniendo en cuenta que el día 6 de agosto se acabó el programa, seguiré haciendo el de Onda Cero. Lo malo es que me había alquilado una casa en Madrid, y ahora no sé qué voy a hacer, porque la tele y la radio sí me daban para pagarla, así no sé qué voy a hacer. A Marbella iré con mi familia unos días, el resto no sé.
«Han muertos tres tías carnales y un primo hermano míos por Covid»
¿Le preocupa el aumento de contagios por Covid?
Muchísimo, porque durante este año me ha tocado muy de cerca, ya que han muerto tres tías mías carnales, sin poder verlas, pasando solas las últimas horas de vida, y un primo hermano también ha muerto.
No parece que hayamos aprendido mucho.
Han cambiado muchas cosas, yo ahora lo veo todo con otros ojos, con los ojos de los 13 años de mi hija, que no son los 13 años que nosotros vivimos. Yo me siento fuera de lo que está pasando, porque todo ocurre a una velocidad increíble. Vino el Covid, mueren cientos de miles de personas en todo el mundo, nos tuvimos que quedar en casa… No sé cómo va a acabar.
Pasará, pero dejará secuelas.
Yo pido que no cierren las ciudades, los pueblos, para que la gente se siga ganando la vida, que sigan viniendo los turistas, que la gente no haga locuras, pido seguir viviendo.
¿En este tiempo ha sentido que sus derechos estaban en peligro?
Sí, pero no soy especialmente beligerante en eso, porque creo que el mejor modo de evitar contagios, es hacer lo que hicieron, decretar el Estado de Alarma, que después el Tribunal Constitucional ha echado para atrás, pero en ese momento había que tomar medidas urgentes para evitar que hubiera más contagios.
¿Cómo vive su hija una experiencia tan anómala?
Mi hija, está feo que lo diga yo, pero tiene una inteligencia poco común, ya no hablo de las notas que saca que son fabulosas, sino de su buen criterio para ver las cosas. En cuanto al Covid es muy crítica con el ser humano, piensa que algo estamos haciendo muy mal, me apasiona hablar con ella, aunque a veces me regaña precisamente porque es muy crítica con la sociedad.
No tiene edad para botellones.
Y si la tuviera no lo haría porque es muy tranquila.
Como padre, ¿qué es lo que más le preocupa?
Todo, porque el mundo no está en su mejor momento, hemos avanzado mucho, pero estamos bajando peldaños a toda prisa en cuanto a moral, ética…
¿A los hijos se les protege demasiado?
Ésa es la clave, nos ha pasado a todos. Lo que tenemos que hacer ahora es intentar dominar ese monstruo que hemos creado. Esta ha sido una terapia para los padres, y ahora estamos pagando las consecuencias, aunque no todas sean graves.
«Nos falta inteligencia emocional»
Vivimos en una sociedad muy dividida.
Hay mucho radicalismo, mucha polarización, porque el ser humano se siente más cómodo en el enfrentamiento ya que lo difícil es ver los grises, los matices. Nos falta inteligencia emocional, hablar más porque con las palabras se construyen realidades.
¿Las redes canalizan las frustraciones de la gente?
Sí, yo siempre digo que twitter es el bar de debajo de mi casa, donde se discute de todo, a veces sin escuchar al vecino. Aunque sin las redes sociales, no existes.
¿Optimista?
Por supuesto, porque la mayoría de los jóvenes son sensatos, buenos estudiantes, concienciados con los problemas sociales, aunque de los que se hable es de los que hacen ruido.
Entrevista realizada en el Hotel NH de Pozuelo Ciudad de la Imagen. C/ Luis Buñuel, 1. Madrid.
Mi foto favorita
«Me gusta porque es el primer viaje que hicimos a Nueva York con nuestra hija, en el verano de 2019».
¿Quién es Agustín Bravo?
Nació el 7 de marzo de 1961 en Almaraz, Cáceres.
Trayectoria Inicia su carrera profesional en la radio. Su debut en televisión es en el programa de Hermida ‘Por la mañana’. Ha trabajado con Ana Blanco, Mariló Montero, Belén Rueda y Carmen Sevilla, con quién presentó ‘El Telecupón’, con gran éxito durante cinco años en Telecinco. Tras presentar en Antena 3 ‘La noche de los magníficos’ y ‘El Rastrillo’ con Paula Vázquez, ficha por Canal Sur, donde presenta varios programas. En 2006 se hace cargo de las tardes del Canal Extremadura, que compagina con un programa de entrevistas en Popular TV. Fue el sustituto de Carlos Herrera en Cope, hasta que fichó por Onda Cero Madrid. Ha sido uno de los concursantes de la última edición de ‘Supervivientes’, donde ha coincidido con Olga Moreno, a la que defiende.
Familia Casado con la malagueña Susana Abad, la pareja tiene una hija de 13 años.
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