Sofía Palazuelo da una lección de estilo en la boda de Carlos Fitz-James y Belén Corsini

Sin duda, la boda de Carlos Fitz-James y Belén Corsini es uno de los eventos de la jet set más esperados del año. Y lo es, en parte, por la lista de invitados, reducidos por las restricciones de la pandemia, pero de renombre. Sin duda, una de las más esperadas ha sido Sofía Palazuelo, que nunca defrauda con sus estilismos.

La cuñada del novio ha causado sensación con su elegante y elaborado estilismo en tonos azules. De la mano de su marido, Fernando Fitz-James, Palazuelo ha acudido al Palacio de Liria, el mismo lugar donde se casaron hace dos años, con un diseño de Jan Taminiau.

Se trata del diseñador holandés responsable de buena parte del armario de la reina Máxima de Holanda.

La duquesa de Huéscar ha lucido un modelo de costura "confeccionado en un georgette de seda de color azul profundo". Un precioso vestido de corte midi, con capelina delantera y con un gran escote en la espalda en forma de uve espectacular. Destaca también el detalle del un cinturón de tipo fajín, que está bordado a mano y forma un paisaje en tonos dorados.



La elección del look ha sido todo un acierto. El estilo clásico tiene una silueta de estilo años 20 muy favorecedora y los detalles de los bordados hechos a mano añaden complejidad al diseño.

En la propuesta inicial del modisto, los complementos elegidos eran de un llamativo color burdeos e incluían un tocado, guantes y zapatos tipo stiletto a juego. Sin embargo, para completar el estilismo, la futura duquesa de Alba, ha escogido complementos en tonos dorados, mucho más discretos de los que proponía el diseñador. También se aprecia en el boceto original del diseño que finalmente se decantaron por acortar el vestido, más acorde para un evento de día.

Sofía Palazuelo ha seleccionado un pequeño bolso de mano tipo sobre en color dorado que combina perfectamente con el brazalete y las finas sandalias del mismo tono que lleva. Ambos complementos hacen destacar el fajín de la cintura del vestido. Los pendientes, de estilo Art Decó, combinan los dos tonos principales del look: el azul aguamarina y dorado.

Para el maquillaje y el peinado ha ido a lo seguro: un pulido moño bajo con la raya del cabello en medio y maquillaje muy natural con la sombra de ojos en tonos marrones, muy discreta. Para la manicura y pedicura, ha escogido el mismo tono rojo apagado.


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