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La menopausia es un proceso natural que causa cambios en el organismo de la mujer y que también afecta en gran medida a su piel. Este proceso no aparece súbitamente, salvo en el caso de las menopausias forzadas, sino que la mujer va experimentando pequeños cambios en su cuerpo que suelen empezar a notarse entre los 40 años y los 55 años. Un proceso que, además, puede durar bastante tiempo hasta el cede de la menstruación en el plazo de 12 meses.

Algunos de los cambios físicos más visibles que pueden comenzar a notarse en la mujer es que suele coger un poco más de peso. Además, la grasa se acumula en el abdomen y los flancos, las piernas comienzan a hincharse, pudiendo notar los tobillos más cargados. En cuanto al pelo, también suele experimentar algún cambio, y es que empieza a ganar aspereza y perder brillo, por lo que ya no precisas lavarlo tan frecuente.

Aunque, sin duda, una de las partes de nuestro cuerpo que más lo sufre es la piel. Con el inicio de la menopausia podemos notar cómo poco a poco comienza a secarse, ya que la glándula sebácea deja de segregar grasa y la piel se apergamina. Todo esto provoca que se vuelva más fina y más frágil. Además, pueden aparecer picores, eccemas y otras inconvenientes como arrugas, flacidez y fotoenvejecimiento.

¿Cómo debes cuidarte la piel en este proceso ?

Para conseguir que tu piel se vea mucho más sana, acabando con todos los efectos provocados por la llegada de la menopausia, debes tener en cuenta algunos factores.Si tu piel era grasa en los años de juventud, debes comenzar a dejar de lado las cremas para piel grasa que has estado usando y comenzar a usar cremas más enriquecidas pero sin ser untuosas. Debes comenzar con cremas de tipo intermedio.

Por el contrario, si tu piel era seca de joven, cuando llegues a la menopausia debes aportar máslípidos en forma de aceites nutritivos, cremas a base de manteca de karité, jojoba vitamina E, D que nutra la piel de forma correcta.

Otro de los factores que tienes que tener en cuenta es que si padeces rosácea, o dermatitis, puedes comenzar a tener brotes más seguidos ya que la microbiota, que en estos casos es más vulnerable, se altera debido a la bajada de estrógenos. Hay que tener en cuenta que los estrógenos son un potente antidepresivo por lo que si los niveles de estrógenos bajan también estás más expuesta a la depresión y a los cambios emocionales que afectan negativamente a la microbiota.

Por tanto, es importante que en la rutina de cuidados comiences a usar sérum, cremas o mascarillas con activo antioxidantes, ya quela glándula sebácea ya no nutre bien el cemento intercelular, por lo que vas perdiendo los antioxidantes naturales presentes en ese cementograso como la coenzima Q10.

Para conseguir que la piel luzca tan reluciente como siempre es importante tener una buena rutina de cuidado facial y no descuidar tus pasos de limpieza, hidratación, nutrición y aporte de antioxidantes para que tu piel se defienda mejor en este proceso.

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