‘Rocío. Contar la verdad para seguir viva’ sigue dando mucho de qué hablar. Este domingo 28 de marzo se han emitido los dos siguientes episodios al estreno, concretamente el 2 y el 3, de los que ya avanzaban algunos colaboradores de Telecinco que serían «brutales». En ellos aseguraban que veríamos a una Rocío completamente rota relatando episodios muy duros. El programa arrancaba con un mensaje de la propia Rocío confesando cómo se encuentra tras el gran estreno: «Quería mandaros este mensaje para deciros que estoy bien, en casa, con los míos. Estoy un pelín desbordada con todo lo acontecido esta semana. Pero estoy serena«, y ha aprovechado para agradecer el apoyo y el cariño que ha recibido, «sobre todo a las mujeres que se hayan sentido identificadas con mi relato». «Estoy fuerte para seguir contando mi historia y es gracias a vuestro apoyo».
‘Se nos rompió el amor’, episodio 2 del documental, cuenta cómo vivió sus embarazos y el día de su boda con Antonio David, de la que recuerda su comentado ‘look’: «El vestido lo diseñé yo, aunque llevaba escote y Rocío Jurado decía que yo no entraría a una iglesia con los brazos descubiertos».
«No tengo fotos ni alianza porque la tiré por el váter, no quiero tener nada que ver con este ser», asegura Rocío. Ha asegurado que fue su tío Amador Mohedano quien filtró informaciones privadas sobre su luna de miel a algunos medios de comunicación y lucrarse con ello, por lo que decidió no trabajar más con él. Al parecer Rocío ya sospechaba de su tío en aquel momento, pues muy pocas personas sabían cuál era el destino que eligieron para su luna de miel, pero la revista terminó por confirmárselo.
Además, Rocío cuenta que les pagaron por la exclusiva de su boda unos treinta millones de pesetas, pero denuncia que si tío Amador se llevó su parte por hacer de intermediario, algo que no le sentó nada bien.
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