Ser plenamente consciente (y saber cómo has llegado hasta aquí) es la base del buen funcionamiento de cualquier plan, dieta o programa corporal. Llámalo como quieras, pero si sólo te fijas en las calorías que entran en tu cuerpo por las que salen, puede que el resultado no sea el deseado. Y puedes hacer cosas mucho más eficaces y placenteras para conseguirlo con algo a lo que apenas prestamos atención: ser coherente.
Antes de nada, plantéate: ¿cómo he llegado a este momento? ¿qué he hecho en este tiempo para estar en un peso que no es el mío? ¿estoy en mi peso? ¿CUÁL ES MI PESO?
Antes de lanzarse al vacío de las dietas sin fondo, conviene analizar todo lo que ha sucedido en el tiempo en el que no has pensado en ellas. Y sobre todo, ver todo el proceso desde su perspectiva positiva.
Sí, puede que hayas cogido peso pero, verdaderamente ha habido ocasiones en las que ese bizcocho te ha sabido a gloria. En las que hiciste un picnic al aire libre después del confinamiento cargado de cosas ricas, bajo el sol y DISFRUTASTE.
No nos castiguemos. Somos humanos y buscamos nuestro alivio constante. Con chocolate o con un número en la báscula. Pero lo buscamos. Así que antes de flagelarte, piensa en que todo lo que has hecho, lo puedes deshacer. ¿Has estado comiendo fatal? Desenrolla ese ovillo y empieza a hacer las cosas mejor. ¿Abusaste durante meses de las grasas saturadas? Corta el hilo y empieza a tirar de otra cosa en la nevera. Todo tiene solución y el auto-castigo, no está en nuestros planes.
¿Lo bueno de esto? Que serás más consciente de todo lo que pase en tu cuerpo y en esa línea, lo acompañarás consiguiendo mucho mejor tus objetivos. Y esto es, en esencia, lo que diferencia un buen plan de un mal plan.
Date un capricho
Sí, pero no en forma de delicia dulce. Ni salada. En forma de autocuidado. ¿Qué tal una sesión con una coaching nutricional para dar el primer paso? Hablar con alguien que sabe puede ayudarte a estructurar un buen plan, a velar por tu salud desde la forma más saludable y a hacer las cosas bien. Y además, será una buena primera piedra en tu motivación.
Te recomendamos… A Marta López, Health Coach en WoMUM Madrid. Su conocimiento y su acompañamiento nutricional serán un buen aliado en un plan que funcione.
Sé realista con los objetivos
Y ser realista supone no ponerse como objetivo perder 5 kilos en 1 semana. Ni realista, ni sano. Establece un plan gradual, pudiendo permitirte ciertos caprichos que te hagan feliz. Evitar frustrarse, que el hambre te provoque ansiedad o tristeza es vital para que la cadena no se rompa.
Nuestro consejo
Deja que un profesional te ayude con la cantidad de calorías que entren por las que salgan. Aún así, sé consciente de qué comes, cuánto comes y cuándo comes. Y además, cómo comes.
Evitar las comidas exprés, cocinando rico, sabiendo qué estás incorporando a tu plato para que contenga todo lo necesario a nivel nutricional y además, que te reporte beneficios en tu dieta.
Algunos recordatorios
Elige bien las frutas
Ya te hemos contado en algunas ocasiones cuáles son las mejores frutas para adelgazar. Las que mejor se adaptan a una dieta. Pues bien: estudia previamente la frutería a fondo y establece un plan, eligiendo las que más necesites. Recuerda comer las manzanas con su piel (contiene mucha fibra) y que no falten frutas como kiwis, fresas, pomelos, sandías, papayas, peras o limón.
Ser honesta contigo misma
¿Soy capaz de conseguir lo que me propongo? Las dietas estrictas suelen ser duras y difíciles de cumplir. Ahora bien, ¿necesitas hacerlo gradual? ¡Pues hazlo gradual! Quita las cosas que te estén poniendo peso poco a poco, sin que suponga un lastre y sobre todo, no te frustre ni te haga sentir incoherente.
No pasar de 100 a 0
Sin duda, cualquier extremo nunca fue bueno. Puede que te estuvieras comiendo toda la sección de bollería del supermercado. Pero no es cuestión de que eso esté sucediendo un lunes y el martes dejes de comer para tomar una loncha de pavo con un vaso de agua. Recuerda que en el equilibrio está el éxito.
No te compares con nadie
Ningún cuerpo es igual. Nadie somos iguales. Establece lo que mejor te funcione a ti, sin comparar, intentar o establecer hábitos que le han funcionado a tus amigas. De nuevo, la asesoría nutricional y un coach deportivo para establecer un plan acorde a tu cuerpo y a tus necesidades, será lo mejor para lograr tus objetivos de forma óptima.
Escucha, respeta y cuida tu cuerpo
Y no lo desestimes. El cuerpo habla más de lo que imaginas. Cada molestia, cada sonido, cada pliegue. Todo tiene una razón. Comenzar una dieta rica en fibra puede que durante los primeros días, haga que tu estómago suene más de lo normal. Y, valga la redundancia, es normal.
Una molestia en las rodillas o en los tobillos a la hora de hacer ejercicio que no has hecho nunca, puede también indicarte que quizás no estás haciendo el ejercicio correctamente o que directamente, ese ejercicio no es para ti.
Escúchalo atentamente para que todo salga sobre ruedas.
Mírate en el espejo para sentirte bien no para que los demás te vean
Y sólo así todo empezará a funcionar. Todo te empezará a molestar menos. Todo tendrá más sentido. Puede que hayas cogido unos kilos pero, ¿y si no necesitases bajarlos, sino transformarlos en músculo? Seguro te sentirías mejor contigo misma, más ágil e incluso ligera, aún pesando lo mismo.
Ante todo, reconócete en el espejo, de forma plena, consciente y respetuosa. Y después, comienza tu dieta saludable con el fin de quererte con todo lo que te hace ser tú. Incluidos esos pliegues que el sedentarismo puede que haya colocado ahí y no sean su sitio. Para todo hay solución. Y la paciencia es un arma.
Estudia un plan global
No vale con quitarse el pan. Estúdialo desde todos los flancos. El ejercicio, las buenas rutinas de sueño… Y esto último resulta especialmente importante a la hora de cuidarse. Aspecto que, por desgracia, el 90% (siendo muy generosos y por no poner directamente, un 100%).
No hay profesional de la salud que descuide esta parte en cualquier plan. Y es que no consiste en dormir 8 horas sean como sean. No vale acostarse a la 1 de la madrugada y contar 8 horas en adelante. Y aquí entran en juego los famosos ciclos circadianos a los que tan poca atención se presta.
Los ritmos circadianos
Favorecen, en esencia, nuestros cambios físicos, mentales y conductuales. Y el ejemplo que mejor nos ataña ahora es el ritmo circadiano relacionado con la luz. Es decir, dormir cuando se hace de noche y estar despierto cuando se hace de día.
Nuestro reloj biológico es el que pone en marcha todos estos ritmos. Este “reloj” se encuentra en el hipotálamo, desde donde se mandan las señales para activar cada ciclo. Incluidas las que están relacionadas con la luz.
En muchas ocasiones, estos ritmos están tan descompensados y fuera de control, que es necesario un “arreglo”. ¿Cómo volver a ponerlos en marcha de forma saludable? Apunta estos consejos básicos.
La importancia de la melatonina
Sin duda, es un elemento fundamental en el ciclo de luz y oscuridad. El mayor sincronizador del ritmo circadiano. Y para que lo entiendes, este es su funcionamiento.
La luz que entra por nuestra retina, está mandando una señal al cerebro que ordena al mismo tiempo la producción mayor o menor de melatonina. Esta hormona es la que induce al sueño y durante la noche, aumenta. De igual modo, durante el día, disminuye. Es decir, con la luz, la producción disminuye, así que cuanto más tarde nos acostemos (y nuestro cerebro siga recibiendo la señal de que “hay luz, no produzcas todavía melatonina que no es hora de dormir”), más tarde comienza nuestro ciclo circadiano y peor sueño tendremos, pues con la luz del sol, la producción vuelve a disminuir.
La melatonina la produce la glándula pineal. Consigue su máxima secreción con la oscuridad, ayudando al cuerpo a identificar que es el momento de dormir y descansar. Pero no solamente a eso. Cuando la melatonina está en su máximo rendimiento, ayuda a regular otras funciones neuroendocrinas y neurofisiológicas, incluso favorece el ajuste de la temperatura corporal.
Cómo ayuda la producción de melatonina en una dieta
Y aquí es donde reside principalmente la explicación de por qué es necesario un buen hábito de sueño si quieres que tu plan de adelgazamiento funcione al 100%.
Fue la Universidad de Granada y sus investigadores los que dieron con la clave del beneficio metabólico que tiene la melatonina en nuestro cuerpo. Tras experimentar con ratas obesas diabéticas, vieron que el consumo de melatonina inducía la aparición de la que llamaron “grasa beige”. Esta última, un tipo de grasa “buena” que, a diferencia del tejido adiposo blanco, no almacena calorías y ayuda a regular el peso.
Además de la producción natural con un buen patrón de sueño, la melatonina se encuentra en pequeñas cantidades en elementos como las pipas de girasol, las almendras, el hinojo, el cardamomo, las cerezas, la mostaza o las bayas de Goji.
No busques soluciones rápidas
Porque los buenos trabajos, llevan tiempo. No busques la última dieta loca. Ni lo que a la actriz de turno le hizo perder 20 kilos en un mes, porque no es saludable, porque además ese plan ha estado estudiado por un equipo de profesionales y se ha adaptado a su morfología y necesidades y porque simplemente esa actriz, no eres tú. Valora si te merece la pena perder salud para perder peso.
Disfruta del momento y del proceso
Cuando estás motivada, te sientes bien, con energía y ganas. Mas allá de que esa motivación sea por querer quitarte unos kilos de más, disfruta de ese momento de plena consciencia positiva en ti.
Motívate
Comienza tu plan con una buena piedra. Un capricho para tu cuerpo que lo haga más receptivo a todo lo bueno que venga después. Nuestra recomendación, un tratamiento combinado como el que te proponemos.
Tratamiento Premium de remodelación
Se trata de un sistema donde han combinado dos terapias que trabajan en sinergia con un mismo objetivo: remodelar la figura. Trata la eliminación de la grasa, reducción de celulitis, drenaje de exceso de líquidos y reafirmación del tejido. Combina:
Maderoterapia
La maderoterapia es una técnica manual que trabaja cada rincón del cuerpo con utensilios de madera específicos para cada zona, siempre bajo un diagnóstico previo.
El objetivo: liberar los depósitos de grasa profunda de manera localizada, rompiendo la fibra que lo envuelve, al tiempo que se remodela y drena para eliminar la grasa de forma natural.
Regenerador Electrónico Indiba
En este caso, la técnica se basa en aumentar la temperatura interna del tejido, por la acción de un campo eléctrico controlado. Como respuesta, el calor hace que aumente el metabolismo celular, acelera el proceso de eliminación de grasa resistente y favorece el drenaje.
Pero no sólo eso, sino que es capaz de aumentar la vascularización y oxigenación del tejido, aumentado la síntesis de colágeno y elastina dejando el tejido más firme y denso.
El tratamiento dura 90 minutos y está disponible en la clínica Womum (C/Juan Ramón Jiménez, 4, Madrid).
Vía: ELLE ES
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