Encarnan un tipo de mujer que parece ser el favorito de Don Juan Carlos: rubia de tez pálida y ojos claros. Sonrientes y muy femeninas. Llama la atención que dos de las mujeres que han marcado la vida del rey Emérito sean tan parecidas en sus rasgos. Pero, ¿tienen algo más en común las dos mujeres que acompañaron al Rey al comienzo y al final de su vida? La respuesta es no. María Gabriela de Saboya, la princesa libertinaque no fue reina de España por caerle mal a Franco fue el primer amor de Don Juan Carlos . Corinna (que giarda cierto parecido con Penelope Romsey, a la que llaman ‘la Corinna británica’) es una mujer ambiciosa a la que no le ha importado hacer daño a la Corona. La primera es la amiga leal, la segunda está dispuesta a desvelar todos los secretos de Don Juan Carlos.
María Gabriela de Saboya, considerada la hija más bella del último rey de Italia, Umberto II, y de la Reina María José de Bélgica. Rubia, de ojos claros y tez pálida, ella fue la primera “novia” del Rey Emérito y hoy tiene 80 años. Todavía conserva la belleza elegante y el ánimo accesible, lejos de cualquier pretensión. Don Juan Carlos fue su novio cuando ambos eran muy jóvenes, todavía adolescentes. A él le llamaban Juanito y se conocieron porque las familias de ambos vivían exiliadas en Estoril (Portugal). Eran amigos de la infancia. Estaban siempre juntos, de la mano. Iban al cine y al casino los domingos. Él estudiaba en España, en San Sebastián, y luego en la Academia Militar de Zaragoza. Pero se escribían constantemente. Hoy, a pesar de los años, siguen siendo grandes amigos y siguen igual de unidos.
María Gabriela podía haber sido su esposa, era joven, guapa e hija y nieta de reyes, como la reina Sofía. La conoció en el mismo crucero por el Mediterráneo en el que coincidió con Sofía. Pero se pensó que no era la adecuada. Provenía de una familia cosmopolita, liberal en las costumbres y amante de las artes, “demasiado moderna”. El noviazgo nunca se oficializó y María Gabriela se fue a al Universidad. Estudió Filosofía en París y se convirtió en una de las mayores “socialites” de su tiempo. Llegaron a emparejarla con Balduino de Bélgica, aunque no hubo tal relación. En 1969 se casó con el empresario multimillonario Robert de Balkany, amigo del rey emérito, y se separó siete años después antes de un accidentado divorcio en 1990.
Corinna Larsen, de 57 años, es de origen danés y no está emparentada con la realeza, salvo por un efímero matrimonio de cinco años con el aristócrata alemán Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, que la convirtió en princesa, con tratamiento de Su Alteza Serenisima, y que acabó en divorcio en 2005. Del matrimonio queda un hijo, hoy adolescente. Ella siguió utilizando el título a pesar del fin del matrimonio y de que su ex marido ya había contraído uno nuevo con la modelo norteamericana Alana Camille Bunte, en 2019.
Parece que el rey emérito y Corinna Larsen se conocieron en el año 2004 en Ciudad Real, en la finca La Garganta, propiedad del VII duque de Westminster. A partir de ese momento, Larsen comenzó a acompañar a Don Juan Carlos a todos los viajes que realizaba, tanto de carácter privado como oficial. Parece que actuaba de intermediaria con empresarios y dignatarios extranjeros. En 2012 organizó una cacería de elefantes en Bostwana, en la que don Juan Carlos se fracturó la cadera, lo que le obligó a ser repatriado, y que supuso un gran escándalo y el comienzo del desvelamiento de una vida privada paralela de don Juan Carlos que acabó llevando al Rey emérito a la abdicación. Con el tiempo, Corinna empezó a hablar de su relación con el rey Juan Carlos, desvelando su intimidad, por ejemplo, que él solía “llamarla hasta 10 veces al día”.
Corinna nació en Frankfurt el 28 de enero de 1964. Quienes la conocen la describen como seductora, ambiciosa y fría, elegante e inteligente. Pasaba los veranos de su infancia en Marbella. Estudió Relaciones Internacionales en Ginebra. Se casó, por primera vez, a los 25 años, con el empresario británico Philip Adkins, con el que tuvo una hija. El matrimonio duró apenas 10 años.
Fuente: Leer Artículo Completo