Seamos sinceras: tener las manos de alguien moviéndose dentro de tu boca no tiene pinta de ser la sensación más agradable del mundo. Más bien recuerda a la consulta del dentista, algo que de placentero tiene poco. Por eso me llamó tanto la atención que los masajes bucales sea una tendencia, al parecer, tan extendida.

Todo comenzó mientras veía el reality de Netflix ‘El Imperio de la Ostentación‘ o ‘Bling Empire‘, su nombre original en inglés. Dentro de las excentricidades que estos asiáticos millonarios de Los Ángeles tienen, este tipo de masajes es de las que más me llamó la atención. En el episodio en el que Anna Shay les invita a su casa y celebran una pequeña fiesta en el jardín, ella y Kevin se tumban en unas camillas para que unas expertas comiencen a masajearles el rostro… pero desde dentro. «Al principio, pensé que era un poco raro. Pero es bastante sorprendente porque te desestresa, en todo caso», dice la rusa.

Y no solo eso: el masaje bucal también está pensado, al parecer, para mejorar la elasticidad de la piel, definir el contorno de la boca, la mandíbula y los pómulos, o para estimular la producción de colágeno.

Una técnica curiosa cuanto menos sobre la que hemos querido preguntar a Isabella Loneragan, fundadora de The Dermal Diary y una de las pocas terapeutas de la piel formadas en el arte del masaje bucal.

¿Cómo se realiza el masaje bucal o intraoral?

Consiste en masajear con las manos –utilizando siempre guantes– los labios y el interior de la boca, los músculos de la mandíbula y las mejillas, para hacer que la circulación sanguínea fluya y llegue a la piel. «Esta provoca un aumento del oxígeno que nutre a las capas dérmicas, lo que da un aspecto general del rostro más elevado y estimulado», explica la experta.

«También ofrece una intensa liberación de la tensión que se acumula en los músculos faciales, dejando el pómulo y la línea de la mandíbula con un aspecto más pronunciado».

Tal vez por eso es uno de los tratamientos favoritos de Meghan Markle, quien se encargó de ponerlo de moda casi sin querer (como hizo con la ‘Megaformer’) cuando reveló que lo hacía regularmente con su facialista en Londres.

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¿Cuáles son los beneficios del masaje bucal?

La experta nos explica que hay quien compara los resultados de este tipo de masaje con las inyecciones de bótox, siendo este primero un método mucho menos invasivo. «Es porque sus resultados son rápidamente visibles y ofrece una elevación similar aparente».

Pero más allá de la estética, ¿tiene otras aplicaciones que puedan resultar útiles a nivel muscular? Esta es la duda que me llevó personalmente a preguntar a mi fisioterapeuta por ello: «No se da un masaje como tal, pero sí se trata la musculatura de la boca en casos de parálisis faciales, ictus o para realizar un tratamiento ATM (articulación temporomandibular), para personas con bruxismo que aprietan la mandíbula, rechinan los dientes, etc. Se trabaja tanto por dentro como fuera de la boca. Es un tratamiento interno de la musculatura orofacial para casos neurológicos o traumatológicos».

Claro que cuando se realiza en una clínica estética, el fin no es el mismo. En este caso es algo superficial enfocado más bien al aspecto de la piel y la rejalación: «Cuando se libera la tensión de la mandíbula, se produce un alivio, una respuesta emocional que puede dejar al cliente con una sensación de ligereza y calma», explica Loneragan.

¿El masaje bucal puede provocar arrugas?

No, ¡todo lo contrario! «El masaje facial estimula la circulación sanguínea y linfática, aumentando el aporte de nutrientes a la piel. También estira los músculos, como las patas de gallo, que normalmente no se manipulan de esa manera, lo que ayuda a tensar la piel y a reducir las líneas de expresión y las arrugas», nos dice Loneragan.

¿Te da un poco de grima lo de que alguien meta los dedos en tu boca? Comprensible. En este caso puedes probar a hacerte tu misma un masaje facial utilizando herramientas beauty como la piedra Guasha o el rodillo de jade.

Vía: Women’s Health ES

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