A pesar de que este año ha tenido que celebrarse de manera diferente, la Alta Costura ha vuelto a elevar la moda a la categoría de sueño presentación tras presentación. Una vez más las propuestas han despertado la ovación general aunque sea digital, pero no son las únicas que han llamado la atención sobre la puesta en escena de la pasarela.
El maquillaje de esta edición, que ha acompañado a cada apuesta creando una línea de sentido absoluta entre propuestas, también ha dado mucho de qué hablar. Y es que, reconozcámoslo, aunque no siempre, es la parte más asequible que nos acerca la Alta Costura a la realidad. En definitiva, tendencias que podemos y debemos aplicar desde ya. Y es que, así se escribe y se escribirá la belleza en los próximos meses.
Dior presentaba sus propuestas con looks de lo más natural, basados en pieles de porcelana. Ni siquiera las modelos llevaban las uñas pintadas. Para conseguir el maquillaje, Peter Philips aplicaba una línea de sombra dorada en el párpado superior y el lagrimal, con la que iluminaba y abría la mirada. Los labios se terminaban con bálsamo.
El plato fuerte era la piel: «He creado una tez suave y perfecta, unificada y transparente, sobre una piel previamente preparada e hidratada con el sérum Capture Totale Super Potent y la crema Capture Totale Crème Fermeté et correction rides. A continuación, he aplicado primero la prebase Dior Forever Skin Veil SPF20 para borrar imperfecciones, seguida de la base de maquillaje Dior Forever en su versión mate, trabajada con ligereza para obtener a la vez la cobertura suficiente y la transparencia necesaria. Para los retoques he utilizado el corrector Dior Forever Skin Correct en toques ligeros y he terminado con un ligero halo de polvos sueltos Dior Forever Cushion Powder para un acabado aterciopelado y natural», señala el experto.
En el otro lado de la balanza, aunque muchos desfiles hemos visto que se lleva la naturalidad por bandera, en otros ha predominado recargar el maquillaje, especialmente en los ojos. La firma ha decidido ser la abanderada de las sombras de ojos esta Alta Costura mezclando dos tipos de ellas: unas más intensas en la parte superior que, incluso, se salen del ojo, y otra más brillante.
La naturalidad queda a un lado dejando entrar al dramatismo. Imane Ayissi propone una mirada oscura y negra que se ahuma de forma contundente tanto arriba como abajo.
En el otro lado de los ahumados está el clásico, más difuminado y menos opaco que el de Imane Ayissi. Los clásicos siguen pisando fuerte como confirma Aelis.
En esta misma línea se construye el eyeliner de Giambattista Valli. Rompe con lo establecido y se escribe como un delineado flotante que se cierra en la esquina del ojo creando el efecto de sombra de ojos.
Los labios rojos serán los auténticos protagonistas. Con el rostro con el efecto ‘no makeup’ los labios dan la nota de color y son la parte principal.
De lo que se trata es de aprovechar el look natural para resaltar algún detalle del rostro. En el caso de Chanel, han querido hacer lo propio con las cejas. Estas se llevan pobladas y no demasiado peinadas ni perfectas, sino, de nuevo, con aspecto natural.
Si algo vamos a tener presente estos meses es el iluminador. Aunque Valentino lo lleva a su máxima expresión en el desfile, de esto se puede deducir que brillaremos con luz propia, y, cuanto más mejor.
Y esto es algo que confirma también el desfile de Armani Privé pero de forma más sutil. En un rostro de porcelana, da también luz a puntos concretos y estratégicos para hacer parecer la tez más inmaculada. Para completar el efecto de luminosidad se añade gloss de labios.
Y no solo en lo que al pelo se refiere. Para la piel, Fendi también eligió un estilo dewy que hace que la piel parezca mucho más jugosa e hidratada. ¿El truco? Elegir y combinar bien los iluminadores.
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