Ana de Armas pasó de estudiar en El Internado’ a actuar junto a Ryan Gosling y Harrison Ford en ‘Blade Runner 2049’, a recibir una nominación a un Globo de Oro por su magnífico papel en ‘Puñales por la espalda’ y a ser chica Bond en la próxima y esperada entrega del agente más numérico de todos, el 007. Un ascenso profesional que ha sabido cocinar a fuego lento, sin pausa, pero sin prisa. Unos ingredientes que también forman parte del menú sentimental de la actriz.

Con tan solo 32 años, Ana de Armas ha conseguido lo que pocas intérpretes logran: que sus vidas laborales no se vean eclipsadas por sus relaciones amorosas. Ana pronto puso en marcha esta táctica cuando todavía vivía en España. Con un talento y un carisma que ya auguraban que si quería (y tenía suerte) llegaría lejos, la actriz no dejó que su matrimonio con el también actor Marc Clotet le restase protagonismo a su brillante futuro. Sí, con Marc Clotet, el que ahora es marido de Natalia Sánchez Molina y con la que tiene dos niños.

Porque, aunque muchos ya no se acuerden, Ana y Marc estuvieron casados. La pareja se dio el ‘sí quiero’ en julio de 2011 en una ceremonia íntima en la Costa Brava y no se filtró ni una sola fotografía de su enlace. ¿Cómo pudo ser? La discreción siempre ha formado parte de la vida de Ana y si bien es cierto que el matrimonio se dejaba ver en ‘photocalls’ y eventos varios, nunca hicieron de su relación el centro de atención de sus vidas. Discretos como pocos, se dijo que los problemas en su matrimonio comenzaron tan solo seis meses más tardes del enlace y la separación se confirmó cuando Marc acudió solo a la entrega de los Premios Goya en 2013. Dos años duró un amor que, según aseguran los que lo vivieron, fue sincero, pero demasiado intenso.

Tras este bache en el camino del amor, Ana de Armas comenzó a pasar menos tiempo en España y se mudó a Los Ángeles para mejorar su inglés y lograr el sueño americano. Pero como en todo buen guion de Hollywood que se precie, la actriz se enamoró de un representante llamado Franklin Latt. Una relación que pasó bastante desapercibida porque en aquel momento el Instagram de la actriz no era tan popular y él era un completo desconocido para el gran público. Sin embargo, todo cambió cuando un anillo de compromiso se avistó en el dedo de la intérprete cubana en una imagen en la que aparecía besando a un chico (Franklin) en una escapada con amigos. ¿Boda a la vista?

Nunca lo sabremos porque, como no podía ser de otra manera, ni Ana ni Franklin dijeron esta boca es mía y se dedicaron a seguir con su discretísima relación a pesar de las especulaciones de la prensa. Meses más tarde, la cubana aparecía sola y sin anillo y, una vez más, el misterio sobre su vida sentimental se resolvía sin una sola palabra de su protagonista. Algo que también ha pasado con la última de sus conquistas amorosas: Ben Affleck.

El protagonista de ‘Batman vs Superman’ y la actriz se conocieron durante el rodaje de ‘Dark Water’, una película en la que dan vida a un matrimonio que atraviesa una crisis y que se encuentra en fase de posproducción. Un papel que los unió y que hizo que Ben y Ana fuesen los verdaderos protagonistas de la pandemia en Los Ángeles.

En un giro de los acontecimientos manejando su vida sentimental, la actriz se dejó llevar y el 1 de mayo de 2020 subió a su Instagram dos imágenes junto a Ben. ¿Estrategia? Puede, pero lo cierto es que la relación ya estaba más que confirmada (y confinada) gracias a sus paseos por la ciudad. No fue la única declaración de amor pública que hizo la actriz. El 16 de agosto de ese mismo año, Ana subía un ‘selfie’ en blanco y negro de ambos junto a un emoji de dos corazones.

https://www.instagram.com/p/CD90HK3Dyan/

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Sin embargo, los títulos de crédito y las palabras ‘The End’ han llegado y ambos han puesto fin a un amor que parecía afianzarse cada día un poco más. Eso sí, siguiendo con la tradición, ellos se han quedado callados, mientras que ha sido el hermano de él, Casey Affleck, el encargado de hablar de manera pública: “Creo que Ana es una persona encantadora, divertida, lista y muy dulce. Y no creo que vaya a tener ningún problema a la hora de conocer a otra persona”. Dicho queda.

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