Cómo preparar la sopa más nutritiva (esa que tu cuerpo necesita ahora mismo para entrar en calor)

Si existe una receta en nuestro cerebro que permanecerá para siempre asociada al confort food… seguramente sean las croquetas de nuestra madre; pero si no hay un tupper de croquetas dispuesto a acudir a nuestro rescate en estas tardes frías de invierno, deberíamos pensar en sopa para consolarnos y entrar en calor. Esta receta sencilla y apta para todo tipo de cocineros (desde ganadores de Masterchef a torpes totales en la cocina) posee múltiples beneficios nutricionales que la dietista-nutricionista María Merino, autora de Desayuno con garbanzos (Esfera de los libros) nos ayuda a apreciar para que hagas caldo todas las semanas que dure este invierno

Sopa. una preparación sencilla repleta de beneficios

La calidad nutricional de una sopa viene generada por la calidad de lo que ponemos a cocer en la olla. Y todos sabemos ya cuáles son los ingredientes más adecuados (y cuáles los menos). “Si hablamos de una sopa de verduras, en especial si lleva apio, puerro o cebolla, esta sopa nos ayudará a combatir la retención de líquidos, además de aportarnos vitaminas y minerales. Pero si es una sopa con gallina, pollo, ternera, panceta… etc., entonces estaremos haciendo un aporte de grasas poco saludables”, advierte la dietista-nutricionista María Merino.

La gran ventaja de la sopa, especialmente la de verduras, es que es acalórica pues en realidad el caldo es agua con los nutrientes de las verduras que se han cocido en ella. así que si te preguntabas si la sopa adelgaza, pues, de alguna manera, así es. “Al tomar sopa de primer plato nos saciamos con una preparación acalórica que ayudará a que comamos menos cantidad del resto de las preparaciones. Así que, en cierto modo, ayuda a gestionar las cantidades de comida lo que a su vez ayuda a adelgazar”, asegura la experta

Lo que es un mito completamente falso es que una sopa. lleve los ingredientes que lleve, sea capaz de quemar grasa almacenada. Como mucho la sopa favorece la eliminación de líquidos por su contenido en agua y el aporte de nutrientes específicos como el potasio, además del bajo contenido en sodio (si la hemos hecho sin añadir sal con ese fin).

Si queremos reforzar ese efecto positivo y olvidarnos de fórmulas mágicas además de verduras diuréticas (apio, cebolla, puerro…) también podemos poner un poco de patata para aumentar el aporte de potasio u otros vegetales como las zanahorias, nabos o chirivías. Y nunca, jamás, le eches una pastilla de saborizante o un cubito de caldo a tu sopa: solo conseguirás ensombrecer los beneficios de la sopa más nutritiva que existe.

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