Iñaki Urdangarin, que cumple condena en la prisión de Brieva, en Ávila, por el caso Nóos, termina el 2020 con una buena noticia. Aunque Instituciones Penitenciarias le ha denegado el tercer grado o régimen abierto que había solicitado, le ha concedido una flexibilización del segundo grado pero aplicándole el artículo 100.2 del reglamento penitenciario que le permitirá salir a trabajar o a hacer voluntariado pero regresando a dormir aunque cambiará de ubicación y saldrá de prisión.

Iñaki dejará la cárcel de Brieva, donde ingresó en junio de 2018 para cumplir los 5 años y 10 meses de cárcel por corrupción a los que fue condenado por el caso Nóos, y será trasladado al Centro de Inserción Social (CIS) de Alcalá de Henares, en Madrid, donde pernoctará cada día.

Además, el marido de la infanta Cristina, que acudía tres días a la semana al Hogar Don Orione donde ejerce de voluntario, podrá ejercer esta labor cinco días, de lunes a viernes. Además, disfrutará de un fin de semana de permiso al mes.

Instituciones Penitenciarias condiciona su salida mensual a que Urdangarin se someta al programa de reinserción que la organización ha puesto en marcha para condenados por delitos económicos. Este programa de reinserción es el primero de este tipo que se pone en marcha en el mundo y a él podrán acceder los más de 2.000 presos que tiene nuestro país por este motivo.

Iñaki ha recibido la buena noticia en Vitoria donde está disfrutando de la Navidad en familia y, aunque no es el tercer grado que él y su familia anhelaba, si es un paso más a su tan ansiada libertad.

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