Se terminó la radical separación entre el armario diurno y el armario de fiesta, esa frontera que pocas veces al año nos atrevíamos a cruzar. Se ha caído el muro entre las lentejulas y los vaqueros, un poco porque la pandemia pinchó la burbuja de las celebraciones de diciembre y otro poco porque las influencers del ‘street style’ global adoran llamar la atención con lo viral. La verdad es que nos viene bien, porque podemos comprar prendas que antes etiquetábamos como capricho con la intención de ponérnoslas mucho más. Las nuevas reglas están claras: desde ya puedes ponerte una falda mini de lentejuelas para cualquier salida diurna con la seguridad de que estás siguiendo la tendencia y no traicionándola. Viva el brillo para el día.

Una de las prendas de fiesta que están llamadas a arrasar en los looks de día es esta minifalda de lentejuelas XXI, inspiradas en los clásicos diseños futuristas de Paco Rabanne. De hecho, dos de las tiendas con más tirón del low cost la incluyen en sus nuevas colecciones en versiones híper parecidas. Las influencers muestran a la perfección cómo combinarlas para que funcionen en horario diurno: con botas altas, camisa oversize y prendas de lana que aporten calidez a la frialdad de la textura de las lentejuelas. En suma: con básicos.

La verdad es que no hay demasiada diferencia entre la falda mini de lentejuelas de Zara y la que acaba de aterrizar en Bershka. De hecho, ni siquiera el precio las diferencia: la que puedes encontrar en la megatienda gallega marca 29,95 euros y la de Bershka es cuatro céntimos más cara (29,99 euros). Ambas cierran con cremallera lateral y van forradas y hasta las lentejuelas son del mismo tamaño espectacular. Eso sí: en Zara tienes hasta la talla XL, así que a por ella porque no va a durar nada en el low cost.

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