QUÉ HA PASADO
• Seher se va con sus hijos a casa de los Karacay.
• Agah quiere que Cemre se case con su sobrino.
• Ceren siente celos de su hermana mayor.
Civan sigue sin acostumbrarse a su vida con los Karacay. Ahora, es el nuevo chófer del mansión y una tarde lleva a Damla al centro de la ciudad. A la vuelta, un coche les corta el paso. Del automóvil se baja Keren, un antiguo enemigo de Agah y sus matones. El grupo de hombres propina una brutal paliza a Civan y humilla a la joven, como cobro de una supuesta deuda. El muchacho, malherido, es trasladado de urgencia al hospital. Aunque se pondrá bien, los médicos aseguran que su recuperación será lenta: “Deberá guardar reposo y, de momento, es recomendable que permanezca en silla de ruedas”. Varias horas después, le dan el alta para que pueda regresar a casa.
Por otro lado, Ceren está decidida a conquistar a Cenk por encima de todas las cosas para ser la señora de la casa y no trabajar de sirvienta nunca más. Una noche, se mete en su cuarto y terminan haciendo el amor. La madre del chico los descubre y exige a la muchacha que abandone la estancia: “Mi hijo jamás se casará contigo. Solo eres una simple diversión para él”.
Agah le cuenta a Sezin el plan que tiene en mente
A la mañana siguiente, Sezin reprocha a Agah que Seher y sus hijos sigan en la mansión: “No entiendo por qué los proteges tanto”. El hombre no tiene más remedio que contarle a su esposa su plan: “Quiero que Cemre se convierta en la mujer de mi sobrino. Que esté a su lado y lo cuide por siempre”. La señora se muestra reacia a la idea, pues la sola presencia de sus ahora empleados la saca de quicio: “Si tu artimaña no funciona, quiero que se larguen lo antes posible”.
Entretanto, la protagonista de la conversación se dedica en cuerpo y alma a conseguir que Nedim progrese en su rehabilitación tratándolo con gran cariño e, incluso, le da de cenar. En cuanto a Cenk, que observa la escena a escondidas, se muere de celos.
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